Un río seco con grietas hacia la cuenca del agua.

Un río seco con grietas hacia la cuenca del agua. GeirSteneLarsen Istock

Historias

España, Marruecos o Turquía: así se muestra el mapa de los puntos críticos de sequía a nivel mundial, según un informe

Una investigación respaldada por Naciones Unidas alerta sobre los impactos catastróficos de las sequías entre 2023-2025. 

Más información: Sergio Vicente, el sabio de las sequías: "Los registros de precipitaciones no muestran que en España llueva menos"

Mariana Goya
Publicada

"La sequía es un asesino silencioso", advierte Ibrahim Thiaw, Secretario Ejecutivo de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CNULD). "Se infiltra, agota los recursos y devasta vidas a cámara lenta. Sus cicatrices son profundas".

Así lo concluye el informe Puntos críticos de sequía en todo el mundo 2023-2025, publicado por el Centro Nacional de Mitigación de Sequías de Estados Unidos (NDMC) y la CNULD, con apoyo de la Alianza Internacional para la Resiliencia a la Sequía (IDRA). 

El documento ofrece un diagnóstico exhaustivo de una crisis mundial impulsada por el cambio climático y la sobreexplotación de los recursos hídricos y terrestres.

El informe, basado en más de 250 estudios científicos, fuentes oficiales y análisis de campo en distintos países, documenta cómo la sequía ha intensificado la pobreza, la inseguridad alimentaria y energética, el desplazamiento forzado y el deterioro ambiental. 

Las regiones más afectadas han sido el sur y este de África, el Mediterráneo, América Latina, el Sudeste Asiático y zonas de Asia central.

África: epicentro del desastre

El continente africano es el más golpeado. Más de 90 millones de personas en África Oriental y Meridional han enfrentado hambre aguda, y países como Zimbabue, Etiopía, Somalia y Zambia han experimentado el colapso de sus cosechas y sistemas energéticos.

En Zimbabue, la cosecha de maíz de 2024 cayó un 70%, y el precio del grano se duplicó. En el mismo país, al menos 9.000 cabezas de ganado murieron de hambre y sed, y más de 100 elefantes perecieron en el Parque Nacional Hwange. 

Sequía reciente en España.

Sequía reciente en España. CNULD

Zambia, por su parte, sufrió apagones de hasta 21 horas diarias tras el desplome del caudal del río Zambeze, que obligó a reducir la actividad de su principal central hidroeléctrica al 7%.

En Somalia, la situación alcanzó niveles catastróficos. En 2022 murieron cerca de 43.000 personas por hambre relacionada con la sequía, y para 2025 más de 4,4 millones enfrentaban inseguridad alimentaria crítica.

El Mediterráneo bajo presión

En España, la escasez golpeó con especial fuerza en la agricultura, el turismo y el suministro doméstico. De hecho, los años de sequía y calor récord terminaron por reducir en un 50% la cosecha de aceitunas en 2023 y se duplicó el precio del aceite de oliva. 

En Marruecos, por ejemplo, la población ovina cayó un 38% entre 2016 y 2025, lo que llegó a la cancelación de los sacrificios del Eid por petición real. 

Por otro lado, en Turquía, el agotamiento de acuíferos provocó la aparición de más de 1.600 sumideros, con efectos peligrosos sobre infraestructuras y viviendas. 

América Latina y Asia

La sequía también ha dejado una profunda huella en América Latina, con efectos ecológicos, sociales y económicos. 

En la Amazonía, los niveles récord de sequía provocaron la muerte de más de 200 delfines de río y decenas de miles de peces, afectaron a comunidades indígenas y cortaron el acceso al agua potable y al transporte fluvial.

El Canal de Panamá vio reducida su capacidad de tránsito de 38 a 24 barcos diarios entre octubre de 2023 y enero de 2024, con impactos directos en el comercio global y en el precio de alimentos en Europa.

En el Sudeste Asiático, la sequía interrumpió cultivos clave como el arroz, el café y el azúcar. El precio del azúcar subió casi un 9 % en Estados Unidos por el descenso de la producción en India y Tailandia.

Los más vulnerables

El informe subraya el impacto desproporcionado sobre las mujeres, niñas y niños. En regiones de Etiopía afectadas por la sequía, los matrimonios infantiles se duplicaron en un intento de las familias por sobrevivir mediante dotes. 

En Zimbabue, la desnutrición forzó el abandono escolar masivo. Y en la Amazonía, mujeres embarazadas quedaron aisladas y sin acceso a atención médica por la caída del nivel del río.

Extracción de agua de un pozo tradicional mediante un sistema manual de poleas.

Extracción de agua de un pozo tradicional mediante un sistema manual de poleas. Abdallah Khalili CNULD

"Los mecanismos de supervivencia se volvieron cada vez más desesperados", explica Paula Guastello, autora principal del informe.

"Niñas retiradas de la escuela y obligadas a casarse, hospitales cerrados y familias cavando hoyos en lechos de ríos secos solo para encontrar agua contaminada: estos son indicios de una grave crisis", añadía Guastello. 

Lecciones y propuestas

Entre las recomendaciones del informe destacan:

  • Mejorar los sistemas de alerta temprana y el monitoreo en tiempo real.

  • Invertir en infraestructuras resilientes al cambio climático.

  • Aplicar soluciones basadas en la naturaleza, como la restauración de cuencas hidrográficas.

  • Promover la cooperación internacional, sobre todo en cuencas fluviales compartidas y rutas comerciales.

  • Adoptar políticas con enfoque de género, que protejan especialmente a mujeres y niñas.

"La sequía ya no es una amenaza lejana", afirma Thiaw. "Está aquí, se intensifica y exige una cooperación global urgente. Cuando la energía, los alimentos y el agua desaparecen a la vez, las sociedades empiezan a desmoronarse. Esa es la nueva normalidad para la que debemos estar preparados". 

"Las naciones del mundo cuentan con los recursos y el conocimiento para prevenir mucho sufrimiento", concluye Kelly Helm Smith, coautora del informe, subdirectora del NDMC e investigadora sobre el impacto de las sequías. "La cuestión es: ¿tenemos la voluntad?".