Señales del área con restricciones medioambientales en Manhattan.

Señales del área con restricciones medioambientales en Manhattan. Adam Gray Reuters Nueva York

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Trump anima a contaminar Manhattan sin restricciones: desaparece el peaje y los fondos de las arcas de Nueva York

El presidente retira el apoyo federal a las normativas para el control de la calidad del aire de la isla y deja sin presupuesto a la renovación del metro y el bus. 

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Trump lo ha vuelto a hacer. Durante la pasada madrugada —la tarde del miércoles 19 de febrero para los estadounidenses— su Administración lanzó un mensaje claro al país: la contaminación del aire no importa. Eso es, al menos, lo que implica la retirada de apoyo federal del programa de restricciones medioambientales de la ciudad de Nueva York.

Así, el peaje que impide la entrada en Manhattan al tráfico rodado sin pasar por el cajero antes y que evita las congestiones en el centro de la isla ve sus días llegando a su fin. Algo que la gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, ve como una afrenta contra la clase trabajadora y contra la propia ciudad.

Y es que los ingresos del polémico peaje estaban destinados a la modernización de los servicios de metro y bus de una urbe en la que se realiza, a diario, al menos 5 millones de desplazamientos en transporte público. Por eso, Hochul apunta que esta decisión no es más que una vendetta personal de Donald Trump contra una Nueva York que apostó por su rival, Kamala Harris, en las presidenciales de noviembre

Tal y como recoge Reuters, la desaparición del peaje neoyorquino supondrá un agujero de, al menos, 15.000 millones de dólares para el presupuesto de transporte de la ciudad. El apoyo de la Casa Blanca llegó durante los últimos meses de la presidencia de Joe Biden, pues aplica en carreteras federales. 

Se estimaba que este impulso podría haber aportado a las arcas públicas de Nueva York hasta 500 millones de dólares extra en su primer año en funcionamiento, según Reuters.  

La gobernadora de Nueva York tiene claro el mensaje que le envía Trump: "Este es un ataque a nuestra identidad soberana, nuestra independencia de Washington. No estamos al servicio de un rey ni de nadie". Y añade que ahora los viajeros de la región están siendo "atropellados por la sed de venganza de Donald Trump". 

Un éxito de habitabilidad

Hochul, además, insiste en una rueda de prensa en que el programa ha sido "todo un éxito", pues "ha reducido el tiempo de los trayectos diarios de los ciudadanos" y ha "ayudado a que los niños que van en autobús escolar a clase lleguen en hora".

Los datos oficiales de Nueva York indican que el peaje ha reducido sustancialmente los tiempos de viaje de las personas que se mueven por la ciudad. En concreto, los trayectos que atraviesan el río Hudson y East River son ahora entre un 10 y un 30% más rápidos. 

Lo mismo sucede con los servicios de autobuses, que se mueven con más soltura sin verse atrapados en atascos constantemente. En total, serían alrededor de un millón de vehículos los que han desaparecido de las calles de Nueva York con la introducción del peaje, según las autoridades de la ciudad. 

El número de usuarios de metro, explican a Reuters los funcionarios de Transporte de la ciudad, han aumentado significativamente desde que se introdujo el peaje. Específicamente, respecto a enero de 2024, entre semana ha

n aumentado en un 7,3%, que asciende al 12% los sábados y domingos. 

Según la MTA, encargada del transporte público de la ciudad, una media de 490.000 vehículos han entrado a la zona de peaje a diario desde que se puso en marcha. 63.000 extra se han quedado en los aparcamientos disuasorios habilitados para que las personas dejen su vehículo privado y entren en Manhattan en transporte público. 

El peaje de la discordia

Mientras los habitantes de la ciudad de Nueva York aplauden la medida, el gobernador de Nueva Jersey, Phil Murphy, lleva meses batallando contra este peaje. Y aunque un juez le llevase la contraria, ahora Trump parece haberle dado la razón.

Según Murphy, el peaje proporciona "un presupuesto desmesurado a la MTA a costa de los trabajadores de Nueva Jersey". Algo que apoya el secretario de Transporte de la Administración Trump, Sean Duffy, quien dice que "deja a los conductores sin una alternativa gratuita" y que "le quita más dinero a la clase obrera".