La OEI promueve proyectos culturales, educativos y laborales.
Iberoamérica en democracia: nueva plataforma y Comité de la OEI por la cooperación y contra los populismos
Plural y multilateral. Así es el consejo editorial de la OEI (Organización de Estados Iberoamericanos) para fortalecer los valores democráticos.
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Cuando, a finales del año pasado, la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) recibió el prestigioso premio Princesa de Asturias 2024, cuatro personas subieron al escenario del teatro de Oviedo a recogerlo. Eran un símbolo de la identidad de esta organización: junto a su máximo responsable, colocaban las manos sobre el galardón a la altura del corazón una profesora de Escuelas de frontera, un joven doctor especialista en movilidad académica y el responsable de la cooperación en Colombia.
Mariano Jabonero, Isabel Guerra, Alexander Chaverri y Martín Lorenzo significaban con su gesto precisamente eso, el alma de la OEI, una organización de cooperación especializada en materias de educación, ciencia, tecnología y cultura, fundada hace 75 años a partir de una conferencia mundial sobre educación en Madrid, casi al mismo tiempo que la UNESCO.
Su secretario general, Mariano Jabonero, explica a este medio algunos detalles de su labor. La OEI opera en 23 países con 19 oficinas y, además del Princesa de Asturias 2024, ha tenido recientemente otros reconocimientos, como formar parte de la Asamblea General de la ONU —con el voto de todos los países miembros—o participar en la cumbre del G20 en Brasil.
Con más de 600 proyectos simultáneos y 400 convenios de cooperación anuales, esta estructura ayuda a reducir el analfabetismo —más de once millones de beneficiarios de media en los últimos cinco años— o en los procesos de paz, creando puentes entre Europa y América Latina.
En palabras de Mariano Jabonero, "somos una organización que tenemos una presencia física en todos los países miembros, con una agenda de trabajo compleja e intensa: no somos solo un centro de opinión, nuestro lema es 'hacemos que la cooperación suceda'".
Escuela digital Co.liga en Brasil.
Jabonero explica que en los últimos años la organización ha estado generando "mucha información sobre cultura de paz o democracia, pero también participando en procesos de desarme en conflictos armados, como ha ocurrido en El Salvador, Nicaragua o más recientemente en Colombia".
Estos han sido los que el secretario general califica como proyectos para una segunda oportunidad: "En procesos de paz en los que hemos trabajado con una articulación muy sencilla. Aquellos que fueron combatientes pasan a convertirse en ciudadanos, dejando de pensar que el otro es un adversario o enemigo, consiguiendo salidas laborales para ellos, muchos de ellos jóvenes, como agricultores, ganaderos… un objetivo que siempre alcanza a poblaciones no combatientes".
Iberoamérica en democracia
Ahora, la OEI lanza una iniciativa concreta a modo de plataforma para proteger y difundir el conocimiento de valores políticos. Ramón Jáuregui, exministro de la Presidencia de España y eurodiputado en varias legislaturas, explica a ENCLAVE ODS varios argumentos sobre esta iniciativa Iberoamérica en Democracia. El primero es "la constatación de que la crisis democrática es universal y profunda, afecta al mundo entero y ataca por todos los flancos".
![Enrique Ojeda, director de Casa de América: “Cuanto más pese Latinoamérica en Europa, mejor será para España”](["https:\/\/s3.elespanol.com\/2022\/08\/17\/actualidad\/696190797_226498024_320x180.jpg"])
Señala que "los factores que la alimentan, es decir, las redes sociales, los populismos y las tentaciones autoritarias aparecen cada vez más vivos" surgiendo "una combinación ideológica contra la democracia, tanto en los estadios tradicionales antidemocráticos como en el seno de la sociedad americana, donde surgen voces que reclaman una autocracia". Piden la idea de un "monarca moderno", como si el país fuera una empresa y el presidente, un CEO, abandonando toda complejidad.
"Hace 30 años pensábamos que todo el mundo iba a vivir en democracia progresivamente", comparte Jabonero, añadiendo que el origen de esta plataforma nace de "la preocupación por una gran desunión interna en los países miembros, una cierta fatiga, desconfianza de la población hacia sus gobiernos, con comportamientos que sin ser dictatoriales tienen tics autoritarios".
Mariano Jabonero, secretario general de la OEI. Cedida
Por eso, desde la OEI creen que la democracia es la mejor forma política y merece ser apoyada y revitalizada, muy especialmente a través de opinión de personas relevantes y jóvenes, que puedan ser líderes con más conocimiento, en poco tiempo.
"En América Latina", desarrolla Ramón Jáuregui, "existen factores como Estados muy débiles, sin tradición de cultura democrática, que a menudo no prestan servicios que la cualifiquen; y albergan tentaciones autoritarias constantes. Todo esto nos animó a tratar de construir, aprovechando la enorme potencia de OEI, las tesis doctorales con aportaciones de profesores y profesoras de universidades, de la élite administrativa y política, y aprovechar todo ese universo para generar conversación".
Un comité editorial plural
La idea de la plataforma Iberoamérica en democracia, se basa en crear comunicaciones ágiles y brillantes, poniendo en valor los trabajos académicos sobre política y conectando todo ese acervo por medio de sus redes relacionales. Para Jáuregui se trata de "dotarse ideológicamente de una gran centralidad, superando las tentaciones ideológicas en un lado y el otro". Jauregui, que forma parte del comité editorial recién creado para dicha plataforma, asegura que "se ha buscado muy plural, intencionadamente, muy representativo de todos los sectores del centro democrático, es bipartisano".
Forman así parte de este comité editorial personas muy conocidas a ambos lados del Atlántico como Andrés Delich, secretario general adjunto de la OEI; Manuel Campo, periodista y presidente de Next Educación; Fernando Carrillo, vicepresidente del Grupo PRISA.
Lo completan Erika Rodríguez, directora de la Fundación Carolina; Ana Paula Laborinho, directora general de multilingüismo de la OEI; Carlos Malamud; investigador principal del Real Instituto Elcano; Carolina Bescansa, profesora de la Universidad Complutense de Madrid y exdiputada de España; Cándido Méndez, ex secretario general de UGT; Carmen Martínez Castro, directora general del Foro La Toja; José María Lassalle, exsecretario de Estado de Cultura de España o Cruz Sánchez De Lara, vicepresidenta de El Español y editora de ENCLAVE ODS.
La OEI apoya la cultura, educación y trabajo de las culturas indígenas.
Para Erika Rodríguez la plataforma se constituye como "un instrumento que se suma al propósito de defender los principios democráticos y el Estado de derecho en un contexto geopolítico y socioeconómico especialmente tenso, en el que el auge de fuerzas 'iliberales' amenaza consensos básicos como el pluralismo, la solidez institucional o el imperio de ley".
Es más, para ella, ese ejercicio "lo hace desde una vocación multilateral que anida en los valores de apertura y tolerancia de la comunidad iberoamericana. Esta plataforma apela ante todo al potencial transformador de la educación, la ciencia y la cultura como dimensiones decisivas para renovar el contrato social en nuestras sociedades, favoreciendo la cooperación, el diálogo y el intercambio de conocimientos".
Para Cruz Sánchez De Lara, vicepresidenta de El Español, "es un privilegio poder formar parte de un proyecto como este, un foro en torno a proyectos internacionales de educación, con la brújula inexcusable de los valores democráticos".
