Xavi, de 50 años, se refresca en medio de su turno como repartidor en junio de 2023.

Xavi, de 50 años, se refresca en medio de su turno como repartidor en junio de 2023. Nacho Doce Reuters Barcelona

Historias

La paradoja del calor en Europa: las muertes aumentan un 94%, pero se percibe como "un riesgo bajo"

El informe 'Estado del clima europeo', del C3S y la OMM, afirma que 2023 fue el más cálido en la región, lo que agrava algunas dolencias. 

22 abril, 2024 01:54

2023 fue, en su conjunto, el año “más cálido” desde que hay registros en Europa (y también en todo el globo). El último informe sobre el Estado del clima (ESOTC 2023) en el Viejo Continente, que publican hoy, lunes 22 de abril, el Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S) y la Organización Meteorológica Mundial (OMM) asegura que las temperaturas se situaron 1 °C por encima de la media y 2,6 °C por encima de los niveles preindustriales.

Tal y como se explica en el informe, "casi toda la región europea vio temperaturas por encima de la media el año pasado, a excepción de Escandinavia, Islandia y el sudeste de Groenlandia". Para llegar a esta conclusión, los investigadores del C3S y la OMM han analizado las condiciones y variaciones climáticas de todo el sistema terrestre, así como los fenómenos clave y sus repercusiones.

Además, han querido incluir un debate sobre la política y la acción climáticas centradas en la salud humana que se están desarrollando en Europa. Y es que, como explican desde sendas agencias, en 2023, los efectos del cambio climático se volvieron a sentir en toda Europa. Fueron "millones" las personas "afectadas por fenómenos meteorológicos extremos".

[2023, el año más cálido en el que los récords cayeron como "fichas de dominó": la Tierra rebasó el límite de los 2º C]

Porque, como recuerda Carlo Buontempo, director del C3S, en un comunicado oficial, "en 2023, Europa fue testigo del mayor incendio forestal jamás registrado y fue uno de los años más húmedos, con graves olas de calor marinas e inundaciones devastadoras generalizadas". 

Esto, insisten los autores, hizo que el pasado año se convirtiese en una prioridad "desarrollar medidas de mitigación y adaptación a la emergencia climática". Y para que estas sean adecuadas y ayuden a revertir o —al menos— no empeorarla, "resulta vital comprender las tendencias climáticas". Buontempo es tajante: "Las temperaturas siguen en aumento, lo que hace que nuestros datos sean cada vez más vitales para prepararnos ante los efectos del cambio climático".

Más calor de récord…

Según el ESOTC 2023, el pasado otoño fue “excepcionalmente” cálido en Europa: las temperaturas superaron la media durante 11 meses y el mes de septiembre fue el más cálido desde que hay registros. Noviembre, además, vio temperaturas 6 °C por encima de la media en el este del continente y en el Ártico.

A nivel mundial, la tendencia fue similar: entre junio y diciembre se superaron las temperaturas del año anterior. Y no solo eso: según el estudio, por primera vez desde que hay registros, cada día de 2023 el termómetro superó en 1 °C los niveles de la era preindustrial. Además, cerca de la mitad de los días se superó esta referencia en 1,5 °C y durante dos días, por primera vez en la historia, los termómetros fueron 2 °C más cálidos.

[El año más caluroso de la historia anticipa el desastre climático y descarrila la senda hacia los 1,5 °C]

Asimismo, en 2023 se registró un récord de días con “estrés térmico extremo” y “se observó una tendencia al alza en el número de días con ‘fuerte estrés térmico’ en toda Europa”. Es decir, la acumulación de calor en el cuerpo como resultado de la interacción con las condiciones ambientales en las que vive la gente, su ropa y la actividad física que realizan —normalmente trabajo— fue inusualmente alta.

…y más muertes por calor

Esta situación, en Europa, llevó aparejada un aumento en las muertes relacionadas con el calor, que se han incrementado, según el estudio, en un 94%. Algo que no hace otra cosa que seguir la tendencia de las últimas décadas, pues "la mortalidad relacionada con el calor ha aumentado alrededor de un 30% en los últimos 20 años".

El informe concluye que, analizados los datos, se puede afirmar que “el número de efectos adversos para la salud relacionados con fenómenos meteorológicos y climáticos extremos va en aumento”. A pesar de ello, desde el C3S y la OMM alertan: a pesar de que "los datos de la última década muestran que, en general, la población, los grupos vulnerables y algunos profesionales sanitarios son conscientes de los efectos del calor", la mayoría de la población europea lo percibe como "un riesgo bajo”.

[Copernicus alerta: 2022 fue el quinto más cálido en el mundo y el segundo más extremo en Europa]

A pesar de ello, el informe pone de relieve las iniciativas llevadas a cabo en Europa, como el Sistema de Vigilancia Climática de la red de Centros Regionales sobre el Clima de la OMM y otros sistemas de alerta temprana que, dice, "aumentan la concienciación sobre los fenómenos extremos previstos, con el fin de mejorar la preparación de la sociedad”.

Además, indica, los países deben seguir implementando planes de mitigación y adaptación, especialmente los servicios climáticos adaptados al sector sanitario. Pues, dice, son "eficaces para aumentar la resiliencia y tienen un importante potencial de desarrollo futuro". Y recomiendan que esta adaptación se base en "las infraestructuras de sistemas sanitarios ya establecidos" para propulsar la transformación necesario pues, hasta el momento, insiste el estudio, "los avances han sido limitados".

El agua en Europa

No solo la temperatura atmosférica ha batido todos los récords en 2023. Los termómetros marcaron las cifras más altas jamás registradas en la superficie marina europea. El pasado junio, por ejemplo, la zona del Atlántico que baña el oeste de Irlanda y la cosa de Reino Unido vivió “una ola de calor marina extrema” que, en algunas áreas, se calificó de “más que extrema”. La superficie del océano llegó a superar en 5 °C la temperatura media.

Además, el año pasado, las precipitaciones en Europa fueron un 7% superiores a la media. Esto se tradujo en que los caudales de los ríos europeos, este diciembre, fuesen los más altos desde que hay registros. Una cuarta parte de la red fluvial registró, además, “caudales excepcionalmente altos”.

Y es que, en 2023, “un tercio de la red fluvial europea vio cómo los caudales de los ríos superaban el umbral de inundación alta y un 16% superó el umbral de inundación grave”.

Si hablamos de agua convertida en nieve, buena parte de Europa registró menos días de nevada que la media, sobre todo en la zona central del continente y en los Alpes, y durante el invierno y la primavera. Los glaciares de los Alpes registraron una “pérdida excepcional de hielo” el año pasada, vinculada, según Copernicus y la OMM, a “una acumulación invernal de nieve inferior a la media y a un fuerte deshielo estival” provocado por las olas de calor.  Entre 2022 y 2023, perdieron, además, alrededor del 10% del volumen que les quedaba.

Los datos que analizan el C3S y la OMM son poco alentadores. Pero, asegura el informe, "Europa no es la excepción en lo que respecta a las consecuencias del cambio climático". Sin embargo, sí que es "el continente que se calienta más rápidamente", pues sus temperaturas aumentan aproximadamente el doble de rápido que la media mundial.

Y recalca: "Los tres años más cálidos desde que existen registros en Europa se han observado después de 2020 y los diez años más cálidos, desde 2007". Algo que, alertan desde ambas organizaciones, seguirá sucediendo si no se toman medidas drásticas.