El lago Crawford, en Canadá, ha sido elegido como la zona cero del Antropoceno.

El lago Crawford, en Canadá, ha sido elegido como la zona cero del Antropoceno. Whpq Wikimedia Commons

Historias

Así es la zona cero de una nueva era geológica: el lago canadiense que marca el inicio oficial del Antropoceno

Un grupo de científicos asegura que el lago Crawford marcaría la entrada oficial del planeta en una nueva era geológica marcada por la actividad humana. 

7 septiembre, 2023 01:45

La Tierra es mucho más que agua, barro, oxígeno y seres vivos. En su corteza se acumulan capas y capas de sedimentos, pero también de historias de todos los que en algún momento la han habitado. Las extinciones masivas, los impactos de asteroides, los colapsos o los cambios tóxicos de la atmósfera que se han sucedido a través de miles –o millones– de años han quedado registrados en el esqueleto terrestre.  

Y ha sido precisamente un grupo de científicos encargado de analizar minuciosamente esas capas de la corteza terrestre los que, este verano, han confirmado que el planeta ha dejado atrás el Holoceno, la era geológica en la que se situaba desde la última glaciación.

Durante la conferencia de la Comisión Internacional de Estratigafia (ICS), celebrada en Francia el pasado julio, el Grupo de Trabajo sobre el Antropoceno propuso como marcador oficial del cambio de era un pequeño lago canadiense, el Crawford, situado en una zona protegida al sur de Ontario. Ahora solo queda que tres organizaciones geológicas aprueben la elección del grupo, que lleva debatiendo cuándo y cómo dio comienzo el Antropoceno desde hace 14 años. 

[Aprender a vivir en el Antropoceno: "El mundo para el que los humanos nos adaptamos ya no existe"]

¿Qué es el Antropoceno?

Como explica el profesor Roy Scranton en una conversación con ENCLAVE ODS a raíz de la publicación de Aprender a vivir y a morir en el Antropoceno (Errata Naturae, 2021), "el mundo para el que los humanos se habían adaptado y en el que emergió nuestra civilización ya no existe". El estadounidense afirma que "algo nuevo está surgiendo y necesitamos trabajar ya en cómo vamos a adaptarnos a una nueva situación que será mucho más caótica, ecológicamente hablando".

Ese mundo que no existe del que habla sería el Holoceno, el último periodo de la era cenozoica, que, según el Grupo de Trabajo sobre el Antropoceno, habríamos dejado atrás de una vez por todas. Ahora, por el contrarío, nos encontraríamos de lleno en el Antropoceno, una era geológica profundamente marcada por el paso del ser humano por el planeta. 

La influencia humana se ha convertido, para la comunidad científica, en la principal causa de los cambios del clima y del medioambiente del planeta. Lo único en lo que, por el momento, no hay consenso es en el cuándo y el cómo. Sin embargo, el lago Crawford marcaría el comienzo de esta transformación a mediados del siglo pasado: 1950 sería el momento en el que los humanos habríamos empezado a modificar, de manera irreversible, la propia estructura de la Tierra. 

¿Por qué el lago Crawford?

El Grupo de Trabajo sobre el Antropoceno tiene claro que el lago Crawford recibirá el "clavo dorado", un marcador de bronce real que funcionará como insignia para marcar ese paso a la era del Antropoceno. Y es que en sus profundidades se han encontrado restos químicos procedentes de lluvia radiactiva de las bombas nucleares, por ejemplo.

Pero no solo, también se han descubierto otros tipos de degradación ambiental. Las capas de sedimentos de sus profundidades también contienen contaminantes como las motas de cenizas volantes resultantes de la quema de combustibles fósiles. O trazas de plutonio provenientes de las pruebas con bombas de hidrógeno llevadas a cabo en los años 50 del siglo XX.

Los investigadores, liderados por Francine McCarthy, micropaleontóloga de la Universidad Brock de St Catharines (Canadá), encontraron también altos niveles de cenizas procedentes de centrales eléctricas de carbón; metales pesados, como el plomo; y fibras y fragmentos de plástico. Todo ello enterrado en las capas de sedimentos del lago que funcionan como las anillas de un árbol: se acumulan con el paso del tiempo y, así, dejan calcular cuándo aparecieron por primera vez.  

McCarthy asegura al Canadian Geographic que el Crawford podría convertirse en "un mamut": "Si la gente ve que un grupo de geólogos conservadores reconoce el rol de los humanos en el cambio de era geológica, no habrá marcha atrás", explica. 

La científica asegura que en el lago canadiense se "alinean perfectamente" todos los marcadores clave del Antropoceno. Pero dar con ello no fue tarea baladí: para llegar a esta conclusión primero han tenido que recoger muestras de diferentes entornos de todo el planeta, desde capas de hielo hasta arrecifes de coral, explica la Agencia SINC.