¿Imaginas comer o cenar en un restaurante en el que tus platos se calienten con el propio calor de un volcán? Eso es precisamente lo que podrás experimentar en uno de los restaurantes más impresionantes de España, al menos así ha sido catalogado por la revista National Geographic. Un restaurante que encontrarás localizado además en un entorno muy especial y repleto de naturaleza y en pleno paisaje volcánico, como es el Parque Nacional de Timanfaya en plena isla de Lanzarote.

Un restaurante en el que podrás disfrutar de sugerentes carnes cocinadas sobre una barbacoa ecológica a más de 600 grados y calentada con el propio calor procedente de la tierra y de un volcán activo. Toda una experiencia gastronómica y en un paisaje más cercano a Marte que a la propia Tierra.

Utiliza el calor de un volcán para cocinar sus platos

Para descubrir este fascinante lugar, debemos emprender un viaje hasta las Islas Canarias, específicamente a la cautivadora isla de Lanzarote. Nos referimos al renombrado restaurante 'El Diablo', que ha sabido sacar partido de la inigualable belleza natural de esta isla, conocida por su diversidad geográfica y su origen volcánico. En el corazón del Parque Nacional de Timanfaya, establecido en 1974, se encuentran las cocinas de este icónico establecimiento.

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En este escenario majestuoso de las Montañas del Fuego, El Diablo ha erigido sus instalaciones de manera armoniosa con el entorno, utilizando la piedra basáltica depositada a lo largo de los siglos por las erupciones volcánicas. Su asador circular al aire libre cocina pescados, mariscos y carnes locales directamente sobre el ardor del volcán, alcanzando temperaturas que oscilan entre los 450˚ y 500˚C. Además, la carta del restaurante no escatima en la oferta de productos y platos típicos de la isla y de Canarias en general, incluyendo las tradicionales papas con mojo, utilizando las papas negras cultivadas localmente, quesos de producción artesanal y postres únicos elaborados con gofio y bienmesabe, que también hacen honor al carácter volcánico de Lanzarote.

A pesar de la alta calidad de su comida y la impresionante belleza del entorno, El Diablo ofrece una experiencia gastronómica asequible, convirtiéndola en una visita que resultará inolvidable para cualquier visitante y comensal.

Un entorno en plena naturaleza del Parque Nacional de Timanfaya

El edificio de este singular restaurante destaca por sus enormes ventanales, los cuales sirven de balcón a este paisaje insólito en pleno Parque Natural de Timanfaya. Un Parque Nacional inaugurado en el año 1974 y ubicado en el mismo corazón de las Montañas del Fuego, en un paisaje volcánico tan desolado que bien podría ser un escenario del planeta Marte.

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De hecho, durante mucho tiempo, esta área fue considerada un páramo inhóspito hasta que las autoridades del parque tomaron la iniciativa de crear un centro de visitantes, rutas de senderismo y una emocionante ruta de mototurismo, además de erigir un restaurante en la cima de estas majestuosas colinas.

Desde entonces, "El Diablo" se ha convertido en un imán para viajeros de todo el mundo que acuden al Parque Nacional de Timanfaya para maravillarse con su impactante paisaje. Este parque, con una extensión que supera los 50 kilómetros cuadrados, alberga una riqueza inigualable de vestigios geológicos y especies vegetales. Es un lugar que jamás conoció la presencia humana y cuya historia ha estado marcada por erupciones volcánicas que se sucedieron entre 1730 y 1736.

La extraordinaria belleza de este paraje se manifiesta en sus colores, la ausencia de vegetación, las imponentes siluetas de los volcanes y su línea costera que enlaza los caminos de la lava con las aguas del océano Atlántico. Un lugar de una belleza excepcional que parece sacado de otro mundo.

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Un restaurante que evidencia la versatilidad de la energía geotérmica

Lo cierto, es que existen múltiples y variadas aplicaciones de la energía geotérmica, y las más comunes incluyen la generación de electricidad, la calefacción, el calentamiento de piscinas y spas, entre otras. Sin embargo, una utilización que no es precisamente común es la de emplear la lava de un volcán para hacer una barbacoa, como ocurre en este restaurante.

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En Islandia, han sido algunos los chefs que han recurrido ocasionalmente a las erupciones volcánicas para cocinar en la parte superior de la lava, pero lo que hace especial a esta parrilla en Lanzarote es que es una estructura permanente dedicada exclusivamente a esta peculiar forma de cocinar. Este enfoque resalta una vez más la sorprendente versatilidad de la energía geotérmica como fuente renovable, demostrando que las posibilidades son prácticamente infinitas.