La insuficiencia venosa es una enfermedad crónica y progresiva que se produce por el mal funcionamiento de algunas venas, cuando estas son incapaces de realizar un correcto retorno de la sangre al corazón.

En otras palabras, las arterias transportan sangre desde el corazón al resto del cuerpo y las venas llevan la sangre de vuelta y, por tanto, esta afección se da cuando la sangre no regresa correctamente al corazón y se acumula en las venas. 

Por lo general, esta enfermedad suele afectar a las mujeres (un 64%), aunque los hombres no están exentos de ella. De hecho, señala el Dr. Pablo Gallo, jefe del Servicio de Angiología y Cirugía Vascular del Hospital Ruber Internacional, en el caso de los hombres, la compresión de la vena renal izquierda puede producir varices testiculares y en la pierna. Es lo que se conoce como síndrome de Nutcracker o Cascanueces. Esta patología puede verse agravada en el caso de algunas profesiones que mantienen largos periodos en bipedestación.

En el primer estadio, afirma, esta enfermedad puede ser asintomática o solo presentar unas pequeñas arañas vasculares. No obstante, con el tiempo, los síntomas aumentan gradualmente. “Esta casuística aumenta con la edad, aunque también es frecuente en los pacientes jóvenes”, afirma el doctor Gallo.

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Entre los síntomas más frecuentes de la insuficiencia venosa podemos encontrar la pesadez, el cansancio, el dolor en las piernas, la hinchazón (edema), la sensación de calor, enrojecimiento, sequedad y picor en la piel, alteraciones cutáneas y calambres nocturnos. 

Pero, sobre todo, esta enfermedad se manifiesta principalmente en forma de varices o venas varicosas, esto es, “venas enfermas, dilatadas y con válvulas que no funcionan adecuadamente, produciéndose una acumulación de sangre en las piernas o en los genitales”, describe el doctor. 

Cuándo acudir al médico 

“Las varices no tratadas de manera oportuna pueden desarrollar complicaciones como úlceras venosas, tromboflebitis o sangrado de una variz”, advierte el doctor. Por ello, recomienda acudir a un especialista vascular cuando se identifican los primeros síntomas, ya que esto podría “contener la progresión de la enfermedad y evitar futuras complicaciones”. 

El diagnóstico, dilucida, se realiza directamente en la consulta a través de la evidencia de los síntomas clínicos y la exploración física donde puedan estar visibles las varices, como en la pierna o en los genitales. 

Dr. Pablo Gallo, jefe del Servicio de Angiología y Cirugía Vascular del Hospital Ruber Internacional. Cedida

Asimismo, el Eco-Doppler venoso, para el doctor, es también un “excelente estudio diagnóstico no invasivo que permite identificar las venas afectadas”. Y añade: “Esta prueba no invasiva e inocua, que se realiza en consulta, nos aporta una valiosa información sobre el funcionamiento de las venas”. 

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Qué tratamientos existen 

Cada tratamiento debe ser individualizado. Aun así, para el doctor, en los estadios iniciales, el primer paso debe ser adoptar medidas higiénico-dietéticas. Algunas de ellas son evitar el uso de prendas ajustadas, control de peso, realizar ejercicios para mejorar la circulación o evitar la exposición al calor. 

Adicionalmente, en estos momentos iniciales de la enfermedad, añade el doctor, es posible realizar un tratamiento llamado fleboesclerosis —inyecciones de sustancias esclerosantes que producen la desaparición gradual de las varices— para mejorar el aspecto estético de las pequeñas arañas vasculares. 

No obstante, cuando se trata de casos más graves, con afectación de las venas safenas, el doctor indica que se debe realizar una técnica endovascular como la radiofrecuencia o el láser. Aunque, señala, este tipo de procedimientos son poco invasivos y se realizan sin dejar ninguna herida y con anestesia local, lo que permite al paciente volver a su vida normal muy rápidamente. 

En los casos de varices pélvicas, explica el doctor, es necesario realizar una prueba (también mínimamente invasiva) llamada flebografía pélvica, que permite la confirmación del diagnóstico, y después se aplica un tratamiento de embolización en el mismo acto. 

En ambos casos, incide el doctor, se puede realizar la fleboesclerosis como técnica complementaria a las intervenciones para mejorar el aspecto estético.