No es lo mismo ser el hermano mayor que el pequeño, ni ser el mediano que hijo único. Diversos estudios han demostrado que el orden de nacimiento influye en la personalidad, aunque no será determinante, ya que entrarán en juego otros factores como las características innatas o la acumulación de experiencias. 

La teoría del orden de nacimiento fue acuñada, a principios del siglo XX, por el psicoterapeuta Alfred W. Adler (1870-1937), quien colaboró con Sigmund Freud y fundó la psicología individual. De acuerdo con esta teoría, el orden afecta, puesto que los padres tratan a los niños de manera diferente en función de su orden de nacimiento. 

En esta misma línea se han manifestado posteriormente reconocidas personalidades como el escritor Jeffrek Klugert o el psicólogo Kevin Leman. 

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Mayor, mediano y pequeño

Según Adler, el hijo mayor se caracteriza por su predisposición al liderazgo y suele asumir la responsabilidad de sus hermanos menores. Ahora bien, ya que el primogénito disfruta de la presencia de sus padres en solitario, cuando aparece un hermano más pequeño puede sufrir el síndrome del "rey destronado". En cualquier caso, suele ser: seguro, cauteloso, responsable y controlador. 

Ya que el mayor suele ser el modelo a seguir, el mediano busca superarle, por lo que tienden a ser ambiciosos. De acuerdo con Adler, además, suele ser: complaciente, algo rebelde, cooperativo y comprensivo. Como curiosidad, a veces sienten que necesitan más atención y forman fuertes vínculos con sus amigos. 

El pequeño, por lo general, es quien reciben más atención y cuidado de sus padres. Por ello suele ser: extrovertido, divertido, algo egocéntrico y algo manipulador. Tiende a ser el más libre de espíritu y alegre, aunque puede aburrirse con facilidad y es el que más miedo tienen al rechazo. 

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Además, la psicóloga Diana C. Jiménez explica a Hola! que los mayores son generalmente los más perfeccionistas, los pequeños los menos disciplinados y los medianos los que buscan la justicia. Cuando hay más hermanos, el orden vuelve a empezar. 

Por otra parte, la tesis de la doctora Carmina Cristabel Sánchez Juárez señala que los primeros y segundos suelen pelearse por la atención de los padres y los mayores argumentan que prefieren jugar con el pequeño. Mientras, los menores prefieren estar con los medianos. 

En el caso de los hermanos gemelos o mellizo, según explicó la psicóloga Jiménez a Hola!, aunque sea por minutos de diferencia, también se identifican con las características asociadas a hermanos mayores o pequeños. 

El hijo único

Alder, sobre los hijos únicos, dijo que tienden a ser egocéntricos, independientes, ávidos de aprobación y maduros. Son niños que, al crecer rodeados de altos, maduran antes y acostumbran a desarrollar más su intelecto y ciertas habilidades como el ingenio. 

Cabe destacar que además, según un estudio de la Universidad de SouthWest en Chongqin (China) se detectó que los hijos únicos tenían más volumen de materia gris en el lóbulo parietal, una zona relacionada con el lenguaje, la flexibilidad mental y la planificación. 

Además, según varios psicólogos, al crecer en un entorno en el que no hay otros niños aprenden a buscar recursos para divertirse, desarrollando la creatividad.