El "río blanco que se origina en América del Sur, que atraviesa África y se ramifica por todas partes" del que escribía Roberto Saviano inunda Europa. La cocaína se mueve rápida como la pólvora por el Viejo Continente, dejando a su paso un reguero de problemas de salud a largo plazo. 

Pero cuando uno piensa en el lugar que más consume esta droga en Europa, su mente probablemente su cabeza se vaya directamente a ciudades donde la fiesta es frenética, como Ibiza, Ámsterdam o la isla griega de Mykonos. Sin embargo, un estudio realizado en 2019 descubrió que la ciudad europea que más cocaína consume (con bastante diferencia) es Londres. 

Según esta investigación, publicada en exclusiva por la cadena británica Sky News, en la capital británica se consumen más de medio millón de dosis de cocaína al día, con un valor estimado en la calle de 2,75 millones de libras esterlinas. Esta cifra es el doble que cualquier otra ciudad del Viejo Continente. 

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Para descubrir esta cifra, los investigadores del King’s College de Londres, el Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías (EMCDDA) y un grupo de laboratorios forenses llamados SCORE analizaron las aguas residuales de la urbe británica y la benzoilecgonina en ellas, el compuesto que se produce cuando el cuerpo humano descompone la cocaína. 

Así, los londinenses consumen un promedio diario de 23 kilogramos de cocaína pura, más que la cantidad combinada de las tres siguientes urbes del ranking: Barcelona (12,74 kg), Ámsterdam (4,62 kg) y Berlín (4,62 kg). Anualmente, la suma total asciende hasta las ocho toneladas de cocaína pura, lo que tiene un valor aproximado en la calle de más de mil millones de libras esterlinas. 

Uno de los principales hallazgos que encontraron los científicos es que los londinenses tienen un alto consumo de esta sustancia todos los días y no solo durante los fines de semana como ocurre en otras ciudades europeas. “La cocaína es una droga cotidiana en Londres”, explicó Leon Barron, científico forense del King's College de la City a Sky News. 

El riesgo de la diversión

“Lo que yo pensaba que era un estilo de vida glamuroso, con el dinero, piso y amigos usando sustancias recreativas, se convirtió en una vida de miseria”. Este testimonio fue recogido por Cocaine Anonymous, un grupo de apoyo donde las personas se reúnen para superar su dependencia de la droga de clase A. 

Esta mujer, cuya identidad no se revela, empezó como todo el mundo. Algo inocente, para divertirse. “Estaba despierta durante tres días con cocaína, luego dormía durante un día y comenzaba de nuevo el carrusel”. Pero acabó convirtiéndose en una pesadilla. Fue adicta, traficante y acabó pasando varios años en la cárcel. “Las drogas dejan de funcionar, cambia tu apariencia y arruinas tu salud”, añade. 

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Con el uso regular de las drogas, explica el doctor Dan Hegarty en un artículo de Express Medicals, la tolerancia hacia ellas se estabiliza, lo que permite tomar a los usuarios dosis más fuertes con más frecuencia. Y cuando no la toman, “los usuarios pueden mostrar signos de mayor irritabilidad, inquietud, ataques de pánico, paranoia y, en algunas circunstancias, psicosis completa”. 

A largo plazo, según señalan desde el Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas (NIDA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, el consumo continuado de cocaína produce daños en diferentes órganos del cuerpo. Reduce el flujo sanguíneo en el tracto gastrointestinal, lo que puede provocar desgarros y ulceraciones. 

También, advierte el NIDA, la exposición repetida a la cocaína está relacionada con un mayor riesgo de accidente cerebrovascular, así como con la inflamación del músculo cardíaco, el deterioro de la capacidad del corazón para contraerse y con las rupturas aórticas. 

En todo caso, otro de los testimonios recogidos por Cocaine Anonymous cuenta que es importante solicitar ayuda cuando uno llega a lo más bajo. “Si te encuentras en un hoyo, lo primero que debes hacer es dejar de cavar”.