Mujer encima de una cama desordenada.

Mujer encima de una cama desordenada. iStock

Historias

¿Qué es mejor para tu salud mental? La batalla entre orden y desorden sin un claro vencedor

El orden sirve para mejorar la productividad y aliviar el estrés pero, si se desarrolla un trastorno compulsivo, el desorden puede ser la solución.

1 septiembre, 2022 02:45

Siempre se ha dicho que el orden puede ayudar a reducir el estrés y aumentar la productividad, mientras que el desorden y el caos pueden favorecer a todo lo contrario. Sin embargo, existen estudios que no dejan tan clara esta disyuntiva.

Entre los motivos por los que el orden ayuda a la mejora de la salud mental están la mejora de la concentración. Una investigación realizada por la Universidad de Princetton observó los efectos de un escritorio de trabajo en el cerebro concluyendo que el desorden en este espacio restringe la capacidad de concentración.

Sin duda, el simple hecho de despejar un espacio de trabajo puede resultar beneficioso a la hora de estudiar. Además, demuestra que las personas son menos irritables, se muestran menos distraídas, más productivas y tienen más capacidad de procesar información cuando están en un espacio de trabajo ordenado y despejado.

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Además, la falta de limpieza tiene un impacto directo en la salud mental. Tanto es así que en un estudio que se publicó en el Boletín de Personalidad y Psicología Social de los Estados Unidos, se encontró que las mujeres que se referían a sus ámbitos de vida como “abarrotados” tenían más probabilidades de experimentar fatiga o de deprimirse.

Todo ello fundado bajo la idea de que los espacios que están abarrotados facilitan las distracciones y afectan a la capacidad del cerebro para procesar información y hacer que nos sintamos inquietos.

Son muchos los estudios que dejan al desorden como un ejemplo de estrés, ansiedad y depresión, un ambiente que puede llevar a una constante respuesta de lucha o huida, según los expertos.

Otro de los beneficios es la ayuda que ejerce a dormir mejor y es que cuando priorizamos la organización nos damos un tiempo para concentrarnos en las cosas que realmente importan, como el sueño, imprescindible para descansar.

Orden vs desorden

El orden es una herramienta que trae consigo numerosos beneficios como una ayuda a prevenir la obesidad. Según un estudio publicado en Psychology Science, los participantes en una habitación desordenada tendían a consumir productos insanos frente a los participantes en una habitación ordenada que eligieron refrigerios más saludables.

Pero, en ocasiones el orden puede conllevar a conductas obsesivas y es que todos los extremos son malos. Ese límite es aquel en que la necesidad de tener todo ordenado se convierte en un trastorno obsesivo compulsivo (TOC).

[La búsqueda del orden tras el desorden]

Este trastorno hace que la persona tenga pensamientos involuntarios y recurrentes (obsesiones), que le generan miedo, angustia y ansiedad y lo llevan a realizar ciertas acciones rituales una y otra vez (compulsiones).

Ahí es cuando el desorden empieza a verse como una solución para mantener la mente despejada y tranquila y es que los estudios revelan que el desorden también puede generar beneficios.

El desorden puede tener origen tanto en la falta de tiempo como en la falta de ganas o que, simplemente, se considera que existen cosas más importantes que organizar todo de una determinada forma.

En un estudio que realizó la psicóloga Kathleen Vohs, de la Universidad de Minnesota, se comparó una habitación desordenada y otra ordenada, y se concluyó que las habitaciones desordenadas generaban un mayor pensamiento creativo.

“Tener a la gente en un espacio ordenado hace que la gente haga lo que se espera de ellos”, Vohs, “pero estar en un ambiente desordenado lleva a la gente a hacer algo que las empresas e industria valora mucho: la creatividad”.

Esto concuerda con la creatividad mostrada por Albert Einstein, Mark Twain y Steve Jobs, quienes siempre alardeaban de tener su escritorio muy desordenado.

Ningún extremo es bueno

Sin duda, las cosas no son blancas o negras y es que el resultado para una buena salud mental se encuentra en el punto medio donde el orden y el desorden se encuentran en sinergia y permiten acabar con la ansiedad tanto por tenerlo todo controlado como por tenerlo todo desordenado.

En ocasiones tendemos a pensar que el orden no sigue un patrón determinado y es que no existe una norma estricta o una fórmula exacta que dicte si un lugar se encuentra o no ordenado. 

Son muchos los que aseguran que son desordenados pero que localizan todo perfectamente dentro del desorden así como las personas que son organizadas, que colocan todo de forma meticulosa y, sin embargo, tardan en conseguir encontrar las cosas.

El orden no es sinónimo de limpieza y el desorden no es sinónimo de caos. Como conclusión final, se puede decir que existen muchos tipos de orden por lo que el resultado de una buena salud mental es adoptar conductas que reunan los beneficios de ambos.

Encontrar la creatividad resultado del desorden y la tranqulidad, el descanso y una buena alimentación resultado del orden son las claves para llevar a cabo una buena salud mental.