Ana M. Ángel Esteban.

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Vivir PSICOLOGÍA

Los motivos por los que a veces solo buscamos relaciones con personas comprometidas o casadas

Artículo de la psicóloga y sexóloga Ana M. Ángel Esteban.

Más información: ¿Quieres saber si tienes inteligencia emocional? Así nos ayuda en la vida, día a día

Ana M. Ángel Esteban
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En las relaciones de pareja es básico el compromiso y unos cuantos "matices comportamentales" que harán que la relación se mantenga y sea sana. Sin embargo, hay muchas personas que "juegan emocionalmente" con otras al hacerles creer que tienen o tendrán algo.

En este artículo voy a hablarles precisamente de eso, de los comportamientos y motivos por los que una persona soltera juega o se siente atraída por otras personas comprometidas o casadas.

Las tres principales razones son el juego sin la culpa de hacer daño al otro, pensando que ya está comprometido y se arriesgó a jugar. Otra es el miedo al compromiso, quizás por experiencias pasadas, y la tercera pensar que seguro que mientras tanto aparecerá alguien interesante.

El miedo al compromiso puede tener diversas causas. Te las describo:

Experiencias pasadas negativas

1.Experiencias pasadas negativas

Relaciones anteriores tóxicas, traumáticas o fallidas pueden generar miedo a repetir el mismo dolor, pero también pueden tener el efecto contrario, sobre todo en las tóxicas: seguir buscando el mismo patrón, pero esta vez con la "protección" de estar comprometido. Que la otra persona tenga pareja es un escudo emocional en parte para irse si no interesa, sin más.

Heridas emocionales no sanadas, como infidelidades o abandonos. Estar con alguien comprometido ya nos dice que nos va a ser "infiel" con su pareja, lo sabemos de antemano, y esto nos protege en la autoestima y en la posible sorpresa de que alguien solo nuestro nos la juegue.

2. Miedo a perder la libertad

Algunas personas asocian el compromiso con la pérdida de independencia, autonomía o capacidad para tomar decisiones individuales. Sienten más sensación de control con alguien que no es libre, son capaces de ponerle más límites al otro en cuanto a pararle los pies, quedar por su cuenta sin dar explicaciones...

Temor a sentirse "atrapado" o limitado en sus proyectos personales. Hay parejas muy posesivas o con baja autoestima que sienten que si tú avanzas, ellos son menos. Anticipas que te va a prohibir y tienes miedo. Si están con alguien casado, disfrutan de las emociones, de los sentimientos, pero son a la vez libres...

3. Baja autoestima o inseguridad

Dudar de la propia capacidad para mantener una relación, e incluso tener la autoestima baja, te hace ser más susceptible de caer en relaciones tóxicas. Te vas dejando llevar, a modo de experimento, y vas viendo o juzgándote a ti mismo si eres capaz de adaptarte, de cómo se va sintiendo el otro contigo. Es como un experimento previo para ir obteniendo la seguridad para lanzarte a una relación libre.

Miedo a no ser suficiente para la otra persona o a ser rechazado. Esto es peligroso porque puede minar aún más la autoestima. Si la lectura que sacas de esa relación es negativa, es fácil que la atribuyas a tus comportamientos, de forma equivocada, en vez de a los de la otra persona, y te seguirá sometiendo a sentir la incapacidad de tu valía y a seguir acumulando relaciones con personas casadas o comprometidas.

Con la autoestima baja, además, toleras ser la otra opción, la segunda o la tercera, porque no te das el valor ni exiges ocupar el lugar de prioridad que te mereces, ¡siempre!

4. Modelos familiares disfuncionales

Haber crecido en un entorno donde las relaciones eran conflictivas o inestables puede generar desconfianza hacia el compromiso, hacerte anticipar continuamente esos conflictos, no saber responder quizás, y, en resumen, generalizar que lo normal en la mayoría de las relaciones puede ser eso que no te gusta y que te crea ansiedad.

5. Miedo a la vulnerabilidad

El compromiso implica abrirse emocionalmente, lo que puede generar temor a ser herido o juzgado.

Sentir que lo vas a dar todo o que lo estás haciendo ya y pensar en la posibilidad de que el otro no lo haga e incluso te haga el daño que en algún momento imaginaste te hace sentir muy, muy chiquito, inocente... y vuelta a aumentar la desconfianza que ya llevabas de serie. Te cierras de nuevo en banda y, si estás con alguien que ya sepas de antemano lo que hay, un compromiso con otra persona, te da sensación de control, de no engaño... Ya sabemos lo que hay.

6. Priorizar otros aspectos de la vida

Algunas personas prefieren enfocarse en su carrera, estudios o metas personales antes que en una relación. No querrán tener hijos, casi siempre exigibles o idealizados por la pareja. Otras veces no, pero... "quién sabe".

7. Idealización de la relación perfecta

El miedo a comprometerse puede surgir de la creencia de que no se ha encontrado a la "persona ideal". Mientras te entretienes con alguien, porque te gusta sentirte querida, o el sexo, o lo que sea, esperas a que aparezca ese ideal de persona que tienes y que, con casi total probabilidad, no aparecerá. Porque, aparte de esperar el ideal, en estas situaciones se encuentran más factores de fondo que nos atascan para no tener nuestra relación.

8. Inmadurez emocional

Falta de preparación para asumir responsabilidades afectivas o para manejar conflictos en una relación. Esta sí es una utilización del otro sabiendo nuestros déficits y no teniendo la intención de resolverlos. Es una situación egoísta que también puede hacernoslo pasar mal.

Conductas que muestran miedo al compromiso

Evitar relaciones serias

- Prefieren relaciones casuales o superficiales sin etiquetas.

- Huir de conversaciones sobre el futuro de la relación.

Distanciamiento emocional

- Mantener una barrera emocional para no involucrarse demasiado.

- Mostrarse frío o indiferente ante situaciones que requieren compromiso.

Sobreanalizar la relación

- Cuestionar constantemente si es la persona correcta o si están listos para comprometerse.

- Buscar excusas para no avanzar en la relación.

Miedo a la intimidad

- Evitar compartir sentimientos profundos o aspectos personales de su vida.

- Mostrar incomodidad ante muestras de afecto o planes a largo plazo.

Autosabotaje

- Crear conflictos innecesarios o exagerar problemas para alejarse de la relación.

- Buscar defectos en la pareja para justificar su miedo al compromiso.

Idealizar la soltería

- Justificar su miedo al compromiso argumentando que la soltería es más libre o divertida.

- Comparar constantemente la relación con la idea de estar solo.

Inconstancia en la relación

- Mostrar interés un día y distanciarse al siguiente.

- Evitar planes a largo plazo o compromisos concretos.

Miedo a la responsabilidad

- Evitar asumir roles o responsabilidades dentro de la relación, como apoyar emocionalmente a la pareja o tomar decisiones conjuntas.

El miedo al compromiso es algo que puede superarse con trabajo personal y una comunicación sana en la relación. Si ambos están dispuestos a trabajar en ello, es posible construir una relación sólida y satisfactoria.

Ana M. Ángel Esteban, psicóloga y sexóloga.

Ana M. Ángel Esteban, psicóloga y sexóloga.

Ana María Ángel Esteban es una psicóloga y sexóloga con consulta en Toledo.