Villar del Pozo (Ciudad Real).
Este es el pueblo más pequeño de Ciudad Real: tiene 47 habitantes y por él pasaron los romanos
En este municipio existió un famoso balneario muy apreciado por sus virtudes medicinales y propiedades curativas.
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En pleno centro de la provincia de Ciudad Real y a tan solo 15 kilómetros de la capital se encuentra Villar del Pozo, un pequeño municipio de 47 habitantes ubicado en la comarca natural del Campo de Calatrava.
Villar del Pozo es la localidad más pequeña de Ciudad Real. Un territorio eminentemente rural con una economía basada en la actividad agraria, siendo esta la principal ocupación de sus vecinos.
Respecto a su patrimonio, destaca la iglesia de Nuestra Señora de la Consolación, construida a finales de los años 60, y la ermita de Nuestra Señora la Blanca, encaramada en un cerrillo.
Además, en este pueblo existió un famoso balneario conocido como los Hervideros de Nuestra Señora del Prado, que funcionó durante bastantes años. En tiempos pasados, sus baños minerales y fuentes agrias fueron muy concurridos y apreciados por sus virtudes medicinales y propiedades curativas.
Cabe destacar que el aeropuerto de Ciudad Real se encuentra a 500 metros de esta localidad.
Historia de Villar del Pozo
Antes de la existencia de Villar del Pozo, se tiene constancia de asentamientos prehistóricos de la Edad de Bronce y de la Edad del Hierro en la zona, y también hay pruebas de que existió una población romana.
El nombre del pueblo, tal y como se conoce hoy en día, se refiere al reducido núcleo de población que era abastecido de agua potable por un singular pozo.
La primera referencia documental en la que se hace referencia a Villar del Pozo es la escritura de donación a la Orden del Hospital, o de San Juan, efectuada en 1226 por sus propietarios, los ricohombres Alfonso Téllez, García Fernández y Ordoño Álvarez.
Dejó de ser territorio musulmán hacia el siglo XII, tras haber sido reconquistado Toledo. Aunque en 1228 recibió carta puebla, su escasa prosperidad económica hizo que a lo largo de los siglos se mantuviera como una aldea dependiente de distintos pueblos y señores, hasta que cerca del siglo XVI obtuvo el título de villa.