La sindicalista toledana Ceferina Galán Mora, más conocida por "Cefe", ha fallecido a los 68 años de edad. Maestra de profesión y primera laborista de CCOO-Toledo ha sido despedida por sus compañeros en un artículo firmado por el secretario general de CCOO-Toledo, Federico Pérez, el coordinador de las asesorías jurídicas de CCOO-Toledo y CCOO-CLM, Juan José Muñoz, y el presidente de la Fundación de Estudios Sociales de CCOO-CLM, Antonio Arrogante. 

Referente de cuantos fueron después, Ceferina fue "la precursora, la impulsora y la piedra angular sobre la que el sindicato comenzó a construir su Asesoría Jurídica y fue también uno de los puntales sobre los que se construyó el propio sindicato", señalan desde CCOO.

Llegó a Toledo cuando era muy joven, "a servir" en una casa pudiente. No cabía en aquel entonces otro destino laboral y vital para una humilde chica de Menasalbas (Toledo). Pero ella, por la noche estudiaba.

Cuando el 27 de abril de 1977 se legalizaron los sindicatos en España, Cefe se había sacado el título de Graduado Social, que la habilitaba para intervenir ante la jurisdicción social en defensa de los derechos de los trabajadores. "Para entonces, también tenía ya trayectoria como militante clandestina en CCOO. Además de un firme compromiso sindical y sociopolítico", destacan en la información.

Mientras personas como Chema Díaz Ropero, Juan Arroyo o El Manchego se ocupaban de organizar, dirigir y extender las CCOO de Toledo, Ceferina se encargó del asesoramiento jurídico poniendo sus conocimientos de la legislación laboral y social al servicio de los trabajadores. "No firméis nada hasta que lo vea la Cefe", "Dile que pida cita con la Cefe", recuerdan.

Cuando el 14 de marzo de 1980 se aprobó el primer Estatuto de los Trabajadores, ya había ganado para ellos muchísimas demandas con las Ordenanzas laborales del franquismo. Los atendía en una carbonería de Pozo Amargo "donde sólo había una silla, un botijo y mucho hollín", detallan rememorando como nunca dejó de transmitir su aliento a las compañeras y compañeros laboralistas que con el pasar de los años se iban sumando a la asesoría jurídica del sindicato. "Ceferina los guiaba,  instruía y aconsejaba; pero también, y sobre todo, les impregnaba con su ética, sus principios, su ideología".

Dicen que su impronta y el compromiso con la Justicia Social, fue "el cimiento y el armazón de la Asesoría Jurídica de CCOO de Toledo" y esa sigue siendo seña de identidad de la institución sindical.

Así, "sin hacerse notar nunca, pero sí sentir siempre", Ceferina ha ganado pleitos y derechos para decenas de miles de trabajadores y trabajadoras de la provincia y ha estado detrás de todos los avances laborales y sociales impulsados durante el último medio siglo por CCOO Toledo.

Su actitud vital, su ideología de izquierda y su compromiso de clase, apuntan, la entronca con sus compañeros del despacho de Atocha 55, con las abogadas y abogados defensores de los encausados por el TOP y con los cientos de abogados y abogadas laboralistas que todos los días asumen la causa de defender a los trabajadores.

Ceferina murió el 23 de julio, pero después de votar en las elecciones generales. Las flores que enviaron sus familiares, amigos y compañeras están ahora en los monumentos de los patios 31 y 42 del cementerio de Toledo, en honor de las personas asesinadas por la dictadura franquista.

Ceferina tuvo una vida plena, un marido que la amó, unas hijas maravillosas, dos nietas y dos nietos de los que pudo disfrutar.

A sus nietos, los autores de este obituario quieren decirles que su abuela fue "una gran persona, una enorme sindicalista, una maestra de laboralistas; una mujer admirable que, con humildad, tenacidad y esfuerzo, se hizo a sí misma para poder ayudar a los demás. Su legado es impagable, su ejemplo, imperecedero", concluyen la nota.