
Una imagen de Yolanda, con el Hospital Universitario de Toledo como fondo.
Yolanda, superviviente de cáncer en Toledo, lleva 15 meses esperando la reconstrucción de su mama: "Solo pido dignidad"
Desde la Asociación de Mujeres Afectadas de Cáncer de Mama de Castilla-La Mancha alertan de que las listas de espera superan los dos años y medio.
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La reconstrucción mamaria tras una mastectomía no es un asunto menor ni un mero gesto estético. Supone, para muchas mujeres, una parte esencial del proceso de recuperación. Restaurar la silueta perdida ayuda a cerrar heridas que van más allá del cuerpo: devuelve seguridad, dignidad y la posibilidad de mirar hacia adelante sin que el espejo recuerde constantemente la batalla vivida. Se trata no solo de imagen, sino de salud emocional, de bienestar, de retomar una vida que la enfermedad puso en pausa.
Yolanda Hernández, natural de Gálvez (Toledo), tenía 45 años cuando una mamografía rutinaria le cambió la vida. Era julio de 2022. Aquel primer cribado confirmó la presencia de un tumor. Un mes después, la biopsia ratificó el diagnóstico y en noviembre fue finalmente intervenida en el Hospital Universitario de Toledo, dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM).
Durante la operación le extirparon 10 ganglios, aunque solo dos de ellos -el centinela y otro linfático de tres milímetros- presentaban afectación. La intervención supuso la pérdida completa de su pecho izquierdo. A partir de ahí comenzó un largo proceso de dolor físico, incertidumbre emocional y frustración administrativa.
"Llevo 15 meses esperando"
Aunque el 22 de febrero del 2024 fue incluida en la lista de espera del servicio de Cirugía Plástica y Reparadora del Hospital Universitario de Toledo, hasta hoy nadie se ha puesto en contacto con ella para llevar a cabo la reconstrucción de su mama. "Ya llevo 15 meses esperando. Me dijeron que la lista de espera puede llegar hasta tres años. Estoy desesperada", denuncia Yolanda.
En declaraciones a EL ESPAÑOL - EL DIGITAL CLM, cuenta que ni siquiera se le ha colocado todavía el expansor tisular -una prótesis temporal necesaria para preparar la reconstrucción-. Mientras tanto, la cicatriz de la mastectomía se le ha adherido a las costillas, generándole un dolor constante.
"Una mastectomía radical izquierda con quimioterapia y radioterapia. Dolor en expansión, piel adherida a las costillas. No se priorizan pacientes con secuelas de tumores. También se excluye la prioridad en base al dolor. ¡Un poco de empatía, estoy desesperada!", escribió en una de las cinco reclamaciones que ha interpuesto ante el SESCAM tratando de agilizar su caso.
Asegura que solo una ha recibido respuesta, pese a que un informe del servicio de Cirugía Plástica y Reparadora, fechado en marzo de este año, reconoce la necesidad de una nueva evaluación del caso de Yolanda: "Paciente con cicatriz de mastectomía izquierda adherida a plano profundo. Solicito valoración". Sin embargo, la burocracia y los criterios clínicos siguen ralentizando cualquier avance, denuncia la afectada, que no entiende que el SESCAM siga relegando su operación alegando que la paciente presenta una "situación clínica estable".
"Lloré cuando lo escuché"
Recientemente, mientras continúa esperando, Yolanda ha sido derivada al psicólogo. "Yo no lo he necesitado, ni lo necesito, no te engaño. La cirujana plástica, al verme llorar, me derivó al psicólogo. Según ella, para asumir el dolor, aunque yo cuando lloré es cuando escuché que tenía que esperar tres años para operarme", explica.
Ahora Yolanda ha comenzado también sesiones de rehabilitación para intentar despegar la piel adherida a las costillas. Solo entonces podrá aspirar a recibir el expansor y, más adelante, someterse a la cirugía de reconstrucción. Ambas operaciones son, por el momento, proyectos sin fecha. "No pido nada fuera de lo común. Solo que me traten con dignidad. Que me escuchen. Que no me hagan sentir invisible", resume con firmeza.

Yolanda durante una de sus sesiones de tratamiento oncológico.
Sonia Marchán, presidenta de AMUMA (Asociación de Mujeres Afectadas de Cáncer de Mama y Ginecológico de Castilla-La Mancha), conoce bien la situación de Yolanda. "Cuando es una reconstrucción diferida, las mujeres son derivadas a los hospitales de Albacete o a Toledo. Entonces, ahí se manejan listas de espera a partir de los dos años y medio", alerta.
Y el de la paciente de Gálvez no es un caso aislado. "Por ejemplo, una de nuestras socias lleva esperando más de dos años y todavía no la han llamado para realizarse la reconstrucción", añade.
Marchán insiste en que no se trata de una situación puntual, sino de un problema estructural: "Contactamos el verano pasado con el consejero de Sanidad y le comentamos que hay muchos más problemas. La ausencia de cirujanos plásticos, la ausencia de médicos y la falta de recursos afecta a los cientos e incluso miles de casos que tenemos en la región".
Para mejorar este escenario, desde AMUMA lanzan una petición clara para las mujeres mastectomizadas: "Lo que pedimos para este tipo de circunstancias como la de Yolanda es que se cree una unidad de cirugía plástica especializada".
"Se ha aumentado la actividad quirúrgica"
Fuentes oficiales del Hospital Universitario de Toledo consultadas por este periódico aseguran que sí existen profesionales especializados en reconstrucción mamaria. "Tenemos unidad de cirugía plástica encargada de la reconstrucción mamaria, al igual que Albacete y Guadalajara", explican.
También señalan que cada caso presenta tiempos distintos de resolución: "Cada caso de expansor tisular de mama presenta unos periodos de cambio diferente en función de terapias coadyuvantes y del proceso de expansión", aunque en el caso de Yolanda todavía no le ha sido implantado.
No obstante, reconocen que se han producido avances recientemente. "Desde el pasado mes de abril el servicio de Cirugía Plástica ha aumentado la actividad quirúrgica, lo que ha descendido significativamente la lista de espera", subrayan.