Imagen del río Tajo a su paso por Toledo tomada en la tarde del 14 de julio.

Imagen del río Tajo a su paso por Toledo tomada en la tarde del 14 de julio. Javier Longobardo

Medio ambiente AGUA

La Cátedra del Tajo UCLM-Soliss apunta a la actividad hidroeléctrica por la caída de caudal del Tajo en Toledo

La hipótesis más probable de la súbita bajada se relaciona con "la actividad hidroeléctrica en ese tramo del río" anterior al paso por la capital regional.

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La Cátedra del Tajo UCLM-Soliss ha concluido que la causa de la súbita bajada del caudal del río Tajo a su paso por Toledo del 8 de julio se encuentra aguas arriba de la capital de Castilla-La Mancha, entre las estaciones hidroeléctricas del Puente de Algodor y la Casa del Diamantista.

Entre las 7:00 y las 10.00 horas del día 8, el caudal del Tajo cayó de 30 metros cúbicos por segundo a poco más de 13 m3/s. Posteriormente, experimentó una "brusca" recuperación para alcanzar los 44 metros cúbicos por segundo a las 14:00 horas.

El grupo de estudio ha recogido los datos de caudales que proporcionan las diferentes estaciones de control que la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) tiene en el tramo medio del Tajo. En este caso, se han incluido siete estaciones de control de caudal, seis del propio Tajo y una del Jarama.

Además, se ha acotado el descenso del día 8 entre la estación de Puente de Algodor, que no registró variaciones sensibles, y la de la Casa del Diamantista, ya en la capital toledana.

El comportamiento del caudal, con una bajada brusca seguida de una subida rápida, indica que "el caudal ha sido retenido en algún punto para, a continuación, liberar en poco tiempo el agua retenida".

Este hecho permite descartar "que la causa esté en captaciones agrícolas o en la evaporación del agua ante las altas temperaturas", y la hipótesis más probable es que la causa "esté en la actividad hidroeléctrica en ese tramo del río".

La Cátedra ha señalado también que se están cumpliendo los caudales mínimos ecológicos establecidos para 2027, y que son de 13 metros cúbicos por segundo en verano.

Sin embargo, la "alarma social" que ha causado la imagen del río corrobora, como ya advirtieron en 2023, "que esos caudales mínimos (...) no iban a suponer un cambio sustancial en la situación del río".

Además, el grupo de estudio ha apuntado que el tramo medio del río está "fuertemente alterado hidrológicamente" debido sobre todo a la "regulación en cabecera, a la actividad hidroeléctrica y a las captaciones para usos agrícolas", incluso cuando se cumplen los caudales mínimos.

Por ello, ha considerado que "estos valores por sí solos no son suficientes, y poco pueden aportar al río si no van unidos a una gestión que contemple una visión del comportamiento natural del río y de la conservación de sus especies y ecosistemas".