Ángeles conduciendo su camión.
Ángeles (55 años), camionera en Albacete: "He sentido la igualdad real, no la de pacotilla del feminismo de ahora"
Sin dejar ninguno de sus dos trabajos, también fue alcaldesa de Munera (Albacete) entre 2015 y 2019.
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Siempre se ha dicho que el oficio de transportista o camionero ha sido mayoritariamente de hombres. Efectivamente, así lo avalan los datos del 2024 que sitúan en menos del 4 por ciento las mujeres que son camioneras en España.
Entre ellas está Ángeles Martínez, una mujer de 55 años, natural de Munera (Albacete), que ha llegado a compaginar hasta tres oficios: camionera, agricultora y alcaldesa de su municipio.
La historia vital de Ángeles es sinónimo de superación personal, lucha diaria y amor por su tierra. Tras casarse y ser madre de dos chicos, decidió romper barreras y se adentró en un oficio predominado por hombres.
Ángeles Martínez, a bordo de su camión.
Martínez no se considera una pionera, sino una más. "Los compañeros me tratan como una más. Acabo de terminar la campaña, y es que he sentido la igualdad real y efectiva, no la igualdad de pacotilla que defiende el feminismo de ahora", critica.
En base a su experiencia, Ángeles denuncia abiertamente que "estos chiringuitos ideológicos nos perjudican más que otra cosa. Primero demonizan a los hombres y luego, por no hablar de que se han cargado la meritocracia con las cuotas y paridades de sexo", lamenta.
"En el año 2000 salió un curso financiado por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha para conductores de vehículos pesados y, como era un trabajo que siempre había visto y me gustaba, decidí probar", cuenta a EL ESPAÑOL - EL DIGITAL CLM.
Junto a su marido, esta albaceteña empezó a conducir camiones para transportar escombros y otros materiales. "Empecé con una bañera de obras en construcción tanto civil como pública", explica.
La agricultura llamó a su puerta
Ángeles en su tractor labrando.
Poco después, en el año 2004, su suegro y el tío de su marido se jubilaron y les ofrecieron su explotación agrícola de cereal de secano, almendros y algo de olivos. "Me di de alta como agricultora y desde entonces he compaginado el camión y el tractor", recuerda.
Más allá de su pasión por la agricultura y por conducir, lo que realmente "me movió para decantarme por estos dos mundos fue el espíritu de superación", confiesa.
Ángeles ha sido capaz de encontrar plenitud en sus dos profesiones. "Siempre llevo libros en el camión y en los descansos, aprovecho para leer o escuchar música. Me encanta eso", resalta. A lo que añade: "Y cuando estoy labrando, soy la persona más feliz del mundo. Te bajas del tractor, escuchas la naturaleza, vas viendo el campo... es maravilloso".
Agricultores y transportistas: los grandes olvidados
A pesar de esos buenos momentos, el transporte y la agricultura están sufriendo una fuga de personal por la falta de rentabilidad, la excesiva burocracia y la alta inversión que requieren.
El transporte es un trabajo muy duro que no está hecho para cualquiera, pero si además te someten "a constantes inspecciones", todavía menos gente se decantará por esta profesión.
Lo mismo ocurre con la agricultura: "Los precios de las lonjas son ridículos, nos piden infinidad de requisitos como el cuaderno digital y muchas más cosas para que al final de mes las ganancias sean muy bajas".
"Mira el chaval este que se suicidó en Zaragoza... no justifico los suicidios, pero comprendo su hartazgo porque te fríen a burocracia y te matas a trabajar para que luego no te quede casi nada", lamenta haciendo referencia David Lafoz, agricultor de 27 años de Belchite (Zaragoza) que se quitó la vida el pasado mes de junio.
Su experiencia como alcaldesa
Ángeles Martínez, en el Ayuntamiento de Munera.
En el año 2007, entró como concejal de Partido Popular en el Ayuntamiento de Munera. "Me lo propusieron y como soy así de hiperactiva, dije que sí más que nada por hacer algo por mi pueblo".
Su carrera como edil se extendió durante ocho años y en el 2015 le ofrecieron presentarse como cabeza de lista de los 'populares' en Munera.
Su etapa como alcaldesa la recuerda especialmente dura y estresante. "Los cuatro años que estuve como alcaldesa, dejé el camión un poco de lado porque salía del ayuntamiento, cogía el tractor y me iba a sembrar o lo que fuera", apunta.
Ese estrés la llevó a no volver a presentarse como alcaldesa. "Sentí que estaba dejando de lado a mi familia. Estaba las 24 horas pendiente del teléfono, daba igual sábados y domingos, era una odisea", subraya.
Además, Ángeles terminó desencantada de la política local. "Intentas luchar por mejorar tu pueblo, no encuentras nada más que trabas y se pasa muy mal", expresa. Por eso, descarta volver a este mundo, "no me gustaría porque ahora mismo la política me parece de patio de colegio".
Una mujer en dos mundos de hombres
Ángeles tiene claro que "siempre hay que hacer lo que te gusta en la vida, tienes que luchar, eso sí, nadie te regala nada. Donde no hay fuerza física, hay voluntad de buscar soluciones", resalta.
Sin embargo, la incertidumbre económica de sus dos oficios actuales la ha llevado a formarse en otra dirección. "Estoy haciendo un curso virtual de administración y finanzas porque realmente no sé cuánto tiempo voy a poder vivir del transporte y la agricultura", afirma.
Por último, Ángeles termina con una reivindicación: "Si un agricultor no trabaja, no se produce comida y si un camionero no trabaja, la comida no llega a tu casa".