Castilla-La Mancha logra su mejor nota en servicios sociales desde el año 2013, pero sigue en nivel "débil"

Castilla-La Mancha ha alcanzado en 2024 una puntuación de 5,98 sobre 10 en el Índice de Desarrollo de los Servicios Sociales (Índice DEC), situándose como la tercera comunidad autónoma mejor valorada, solo por detrás de Castilla y León (7,73) y País Vasco (7,67).

Supera la media estatal, que es de 5,46 puntos, y logra así la segunda mejor nota de su historia, solo superada por la obtenida en 2013.

El Índice DEC, elaborado desde 2012 por la Asociación Estatal de Directoras y Gerentes en Servicios Sociales, analiza anualmente el grado de desarrollo de los servicios sociales públicos en España. Evalúa tres dimensiones fundamentales: la ordenación del sistema, la relevancia económica y la cobertura efectiva de prestaciones.

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Pese a la mejora en los tres ejes del análisis, la calificación general que recibe Castilla-La Mancha es "débil". El informe señala que persisten graves carencias estructurales que impiden consolidar los avances logrados.

La región sigue siendo una de las tres comunidades autónomas que no ha aprobado aún un Catálogo de Prestaciones que concrete los derechos reconocidos en su Ley de Servicios Sociales. Tampoco dispone de un Mapa de Cobertura ni de un Plan Estratégico que permita planificar y garantizar el acceso equitativo a los servicios en todo el territorio.

Además, no se ha constituido aún un Comité de Ética autonómico, y no existe un plan de investigación específico ni partidas presupuestarias para desarrollarlo.

Más gasto social que la media

Uno de los pilares del avance castellanomanchego está en su relevancia económica. En 2024, el gasto en servicios sociales por parte del conjunto de las administraciones públicas de la región fue de 581,5 euros por habitante, frente a los 548,1 euros de media estatal.

Notas por comunidades autónomas.

Este gasto representó un 2,25 % del PIB regional, también por encima de la media nacional (1,76 %). Además, supuso un 10,92 % del total presupuestario ejecutado por las administraciones de Castilla-La Mancha, lo que la coloca nuevamente por encima del promedio estatal (10,25 %).

La aportación del Gobierno regional es clave: asume el 79,6 % del gasto total, frente al 74,3 % que asumen de media las comunidades autónomas.

Por el contrario, las entidades locales de Castilla-La Mancha aportan el 20,4%, por debajo del 25,7% de media en el conjunto del país.

Fortalezas en cobertura

El informe destaca el alto nivel de cobertura de varias prestaciones clave. Castilla-La Mancha sobresale en atención a la dependencia, con una puntuación de 8,3 en la escala del Observatorio de la Dependencia, frente al 5,1 estatal.

También ofrece una elevada cobertura en plazas residenciales para personas mayores (11,21 % frente al 5,89 % nacional) y en el servicio de teleasistencia, que alcanza al 35,5 % de las personas mayores de 75 años (la media estatal es del 22,5 %).

En materia de protección a la infancia, el 56,5 % de los acogimientos de menores en Castilla-La Mancha son familiares, muy por encima del 47,8 % nacional.

La región también destaca en la atención a personas con discapacidad. Ofrece un 2,14 % de plazas residenciales, frente al 1,72 % estatal, y un 4,95 % de plazas en centros diurnos y ocupacionales, frente al 3,13 % en España.

Peores guarismos

Las mayores debilidades del sistema castellanomanchego están relacionadas con la dotación de personal y la cobertura de servicios básicos.

Actualmente hay un técnico por cada 2.145 habitantes, muy lejos de la media nacional de uno por cada 1.572.

Las rentas mínimas de inserción son prácticamente inexistentes: solo las percibe el 0,35 % de las personas bajo el umbral de la pobreza, frente al 6,65 % nacional. La implantación del Ingreso Mínimo Vital ha dejado sin alternativa autonómica a muchas familias vulnerables.

En cuanto al servicio de ayuda a domicilio, la cobertura alcanza al 10,94 % de mayores de 75 años, ligeramente por debajo de la media (11,51 %), pero lo más llamativo es su intensidad, con solo 18 horas mensuales frente a las 21,1 horas de media en el conjunto de España.

También son insuficientes los recursos de alojamiento para personas sin hogar, con apenas 22,9 plazas por cada 100.000 habitantes, cuando la media estatal se sitúa en 61,6.

Cobertura mejorada, pero en riesgo

Según concluye el informe, Castilla-La Mancha ha corregido el desequilibrio histórico entre su inversión y la cobertura alcanzada. Sin embargo, advierte de que existe una "cobertura en riesgo", al no contar con una normativa actualizada que garantice la sostenibilidad de los servicios en el tiempo.

Por ello, la asociación que elabora el índice urge a las autoridades regionales a aprobar de forma urgente el Catálogo de Prestaciones, el Mapa de Cobertura y un Plan Estratégico que den respaldo normativo a los avances logrados.