Francisco Javier Tapiador, catedrático en la UCLM y especialista en Ciencias Medioambientales y Meteorología.

Francisco Javier Tapiador, catedrático en la UCLM y especialista en Ciencias Medioambientales y Meteorología.

Sociedad

Francisco Javier Tapiador, experto en meteorología: "Se avecinan fenómenos extremos y así tenemos que prepararnos"

El especialista, colaborador de la NASA, asegura que las danas serán más severas y las olas de calor más largas. Estas serán las zonas más vulnerables. 

Más información: El 'basta ya' de los científicos: llevan años advirtiendo de que el Mediterráneo es un polvorín para los fenómenos extremos

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A mediados de mayo, en muchas zonas de España se sigue saliendo a la calle con abrigo. Los paraguas ya no se guardan y los cielos grises se han convertido en el telón de fondo cotidiano. En un país acostumbrado al sol, este 2025 está descolocando a todo el mundo. Y con razón. Pero, ¿es realmente tan raro este tiempo? ¿Qué está ocurriendo con el clima y qué se puede esperar para los próximos años? 

Para responder a estas preguntas, desde EL ESPAÑOL - EL DIGITAL CLM hemos hablado con Francisco Javier Tapiador, catedrático de Física de la Tierra en la Universidad de Castilla-La Mancha, investigador especializado en meteorología y cambio climático, y colaborador habitual de la NASA en misiones para estudiar la precipitación desde el espacio. Una voz más que autorizada para entender no solo esta primavera tan anómala, sino también el futuro climático que se avecina en nuestro país. 

Tapiador asegura que lo que está pasando este año "forma parte de la variabilidad interna del tiempo". "Algunos años la primavera llega antes y con fuerza, y otros -como este- se retrasa. Lo que pasa es que estamos acostumbrados a que en mayo ya haga calor, sobre todo en Castilla-La Mancha, donde por estas fechas lo habitual es estar rozando los 30 ºC. Pero que haya años frescos y lluviosos no es, en sí mismo, algo preocupante", señala.

Sin embargo, detrás de esta aparente "normalidad", hay patrones nuevos que se consolidan: lluvias concentradas, periodos prolongados de inestabilidad, oscilaciones más marcadas… "Lo que sí estamos viendo, y eso es significativo, es que el tiempo se está volviendo más imprevisible", admite el experto. "Estamos acostumbrados a que cada estación cumpla su papel, pero eso está empezando a cambiar. Vamos hacia un clima con cambios súbitos".

Tapiador advierte de que "en los próximos años, veremos fenómenos cada vez más extremos". "Habrá inundaciones a causa de la lluvia porque, lo que antes caía en un mes o dos, ahora caerá en dos o tres días, y eso se combinará con largos períodos de sequía. Será un desastre para el campo y, sobre todo, para una región tan árida como Castilla-La Mancha", explica.

Las danas serán más frecuentes y severas

La dana de 2024, que afectó especialmente a la Comunidad Valenciana, es un ejemplo claro de lo que está por venir. Según Tapiador, lo que la hizo diferente fue su intensidad: "Se juntó aire muy frío en altura con aire muy húmedo procedente de un Mediterráneo que venía especialmente caliente desde el verano. Esa combinación genera una condensación masiva. Por eso cayeron 700 litros por metro cuadrado en algunas zonas. Es una barbaridad".

El catedrático considera que este tipo de fenómenos serán cada vez más frecuentes y severos. "No es una sorpresa. Lo sabíamos desde hace años. El mar Mediterráneo se está calentando y eso carga la atmósfera de humedad. Si eso choca con aire frío, el resultado son lluvias extremas", subraya.

¿Se podía haber evitado el desastre? "La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) predijo bien el episodio", dice Tapiador. "El problema está en la tecnología actual, que aún no nos permite saber si van a caer 200 o 700 litros, ni exactamente en qué barranco. El siguiente paso es que eso llegue bien a la población y a las autoridades locales".

"La sequía me quita el sueño"

No obstante, pese a las imágenes impactantes que dejan las danas, hay un fenómeno que preocupa aún más al climatólogo: la falta de agua. "La sequía, sobre todo en Castilla-La Mancha, me quita el sueño", confiesa. "Cuando llueve demasiado, al menos puedes hacer algo: canalizar, almacenar, evacuar. Pero si no llueve nada, no hay nada que hacer".

En una región como Castilla-La Mancha, donde el campo depende del agua y del calendario climático, las sequías prolongadas pueden ser "devastadoras". "Ya lo estamos viendo con los viñedos, que se están trasladando a cotas más altas. Hay cultivos que pueden dejar de ser viables, y eso es gravísimo para la economía y la vida rural", indica.

Tapiador es contundente: ni los pueblos ni las ciudades españolas están preparadas para los fenómenos extremos que vienen. "Seguimos construyendo en zonas inundables", dice. Y añade un ejemplo muy gráfico: "Muchas calles principales de pueblos en Castilla-La Mancha se llaman Calle del Arroyo. ¿Por qué? Porque están construidas en el lecho de un arroyo. Cuando llega un aguacero, por ahí va a ir el agua. Y se lo lleva todo".

También alerta del peligro de incendios tras primaveras lluviosas como la de 2024: "Tenemos mucha vegetación, lo cual es bueno, pero si después llegan tres semanas de calor extremo, ese verdor se convierte en combustible. Y los incendios que pueden venir serán devastadores si no se gestiona bien".

Las zonas más vulnerables

Cuando se le pregunta si ciudades como Madrid, Toledo o Sevilla seguirán siendo habitables dentro de 30 años, Tapiador es categórico: "Sí, pero no como ahora". "En Arabia Saudí vive gente y allí las temperaturas son muy locas, pero esto implica muchos más recursos, más adaptación y más vulnerabilidad para ciertas capas de la población".

Las olas de calor serán más largas y frecuentes. Las noches tropicales -esas en las que no se baja de los 25 ºC- se multiplicarán. "Tendremos que adaptar nuestras ciudades. Sombra, vegetación, refugios climáticos… porque si no, habrá consecuencias", advierte.

El catedrático señala que las zonas más vulnerables de España ante un clima extremo serán "la parte mediterránea y la parte central y del este". En Castilla-La Mancha, "La Mancha es probablemente la zona que va a estar más afectada por estos procesos de cambio climático".

Cómo prepararse 

Aunque Tapiador cree que "ya es tarde" para evitar el cambio climático, considera aún hay margen para adaptarse. "Podemos mitigar un poco los efectos nocivos, que nos van a llegar seguro, pero el foco debe estar en cómo nos adaptamos como país para enfrentarnos a ellos con inteligencia", dice.

Para ello, propone tres medidas urgentes: un plan hidrológico nacional que racionalice el uso del agua y corrija el actual modelo fragmentado por comunidades autónomas, infraestructuras de almacenamiento que recojan el agua de episodios extremos y una adaptación urbana al calor para proteger a los más vulnerables.

El experto no esconde su frustración con la gestión política del cambio climático. Considera que "se ha politizado demasiado" y eso es "un problema". "Hay gente que se opone al cambio climático simplemente porque lo defiende el otro lado del espectro político. Eso no puede ser. El cambio climático es un hecho físico. Negarlo es como negar la ley de la gravedad", añade.

Preguntado sobre si hay alguna política reciente que valore, señala la apuesta por las energías renovables como un paso positivo. "Llegan tarde, pero al menos van en la buena dirección. Quizás haya que combinarlas con la energía nuclear, pero todo lo que nos aleje del petróleo es bienvenido".

"La imagen del futuro no es alentadora", resume. "España será más seca, más cálida y más vulnerable. Algunas zonas tendrán más lluvias, otras menos. Habrá grandes diferencias entre regiones. Y eso exige inteligencia, planificación, inversión y sentido común", concluye.