La actriz Jennifer Lawrence se ha convertido en protagonista durante la noche de los Oscars gracias a su espontaneidad. La americana no ha querido pasar inadvertida durante la gala de entrega de premios y sus fotografías ya están corriendo como la pólvora por Internet.  Y es que la americana no dudó en saltar entre butacas del teatro con una copa de vino en la mano.

Según informa La Vanguardia, Lawrence ya fue protagonista durante la premiere de Gorrión Rojo, con una actitud ante los medios de comunicación que llamó la atención, especialmente por sus pupilas visiblemente dilatadas que dieron rienda suelta a todo tipo de especulaciones, como que la americana podría haber acudido bebida.

En definitiva, la intérprete, que ha anunciado que se tomará un respiro por un año y no aceptará ningún papel, ha sido una de las grandes atracciones de la noche, no solo por su elegante vestido brillante de lentejuelas dorados, sino por su presencia antes de la gala, que no ha pasado por alto por los fotógrafos que cubrían el acto.