Natalia y su marido Juan en el comedor de Fogón y Salero.

Natalia y su marido Juan en el comedor de Fogón y Salero.

Con la colaboración de

Toledo

'Fogón y Salero', el sueño hostelero de Natalia y Juan en Guadamur (Toledo) que ofrece comida casera y música en vivo

"Aquí tienen un lugar donde además de comer bien, disfrutarán de un ambiente familiar", destaca la propietaria.

Más información: Guadamur, el pueblo de Toledo que tiene un tesoro y te llevará a la época visigoda

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Fogón y Salero es el sueño hecho realidad de Natalia. Esta alegre cocinera lleva desde los 18 años en el sacrificado mundo de la hostelería y hace poco más de un año decidió encender sus propios fogones en Guadamur, un pequeño pueblo de la provincia de Toledo, aun sabiendo que los comienzos iban a ser duros.

Desde el primer día tuvo claro que quería "darse a conocer" y levantar un restaurante familiar en un lugar desconocido."Empezar donde nadie te conoce cuesta porque te tienes que ganar a la gente con mucha dedicación e implicación", afirma en conversaciones con EL ESPAÑOL de Castilla-La Mancha.

Aun así, lo tiene claro: "hay que arriesgarse, coger impulso y creer en el sitio. Guadamur merece mucho la pena y este tiene encanto y esencia rústica", añade.

Comedor de Fogón y Salero.

Comedor de Fogón y Salero.

El propio nombre resume su ilusionante proyecto: el 'fogón' es ella misma, una amante de la comida tradicional y casera que desde su cocina defiende a capa y espada la supervivencia de los guisos de siempre.

El 'salero' es Juan, su marido, que ameniza las bienvenidas y sobremesas con su voz en directo y un repertorio capaz de pasar de unas sevillanas a una pieza de Pavarotti.

"Nos hemos dedicado a la hostelería desde que yo era una niña"

Sus primeros clientes fueron sobre todo turistas de los alojamientos rurales que llegaban a Guadamur por su cercanía al famoso parque Puy du Fou o bien atraídos por el bonito castillo del pueblo que data del siglo XV y su yacimiento visigodo.

Castillo de Guadamur.

Castillo de Guadamur. Turismo Castilla-La Mancha

"Al principio tiramos mucho del turismo rural porque en los pueblos las costumbres están muy arraigadas y cuesta que la gente cambie de bar", reconoce.

Pese a todo, Juan y Natalia insisten en que su puerta está abierta a todo tipo de público. "Estamos con los brazos abiertos para que los guadamureños y vecinos de Toledo y alrededores sientan el cariño y el amor que ponemos en nuestro trabajo".

La calidez de este matrimonio también se ve reflejada en la propia decoración de local con capacidad para 50 personas situado en la calle Prado del citado municipio toledano. Nada más entrar, Fogón y Salero recibe al visitante con un aire rústico, una barra de toda la vida, detalles en madera y paredes que invitan al tapeo.

Entrada de Fogón y Salero.

Entrada de Fogón y Salero.

Ensalada de asadillo con flor de alcachofa y ventresca, croquetón de jamón, canelones XXL, carcamusas caseras, cachopo de vacuno, rabo de toro, pulpo al pimentón o bacalao al pil-pil son algunos de sus mejores platos. Cada comida tiene un final dulce gracias a sus tartas de queso caseras, manzana o tres chocolates.

"Queremos recordar que todavía existe la cocina de siempre"

Al fondo se abre el comedor, más íntimo, donde los manteles, la luz natural y los pequeños guiños a la tradición manchega crean ese ambiente de 'casa de pueblo' perfecto para cenas o todo tipo de eventos. En los días de buen tiempo, cuentan con una amplia terraza que extiende su salón varios metros y ofrece mesas al aire libre.

La campaña de Navidad es clave para ellos, por ende, van a abrir todos los días señalados. Ofrecerán las típicas migas navideñas el 24 de diciembre, comidas con menú especial el 25, cenas con cotillón el 31 y probablemente también den servicio el primer día del año.

Varios de los platos que ofrecen.

Varios de los platos que ofrecen.

A estos menús se suma un abanico muy flexible de comidas por encargo, tales como paellas, caldereta de cordero, tortillas o cocido tradicional. Natalia confía que ese servicio de comida por encargo vaya creciendo a medida que el boca a boca haga su trabajo.

4,6 estrellas sobre 5

Su filosofía no es otra que brindar cocina casera a "precios asequibles", sin subirse, porque "los tiempos están difíciles para todos", alega. Un modus operandi que les otorga una puntuación de 4,6 estrellas sobre 5 en reseñas de Google.

Una de las opiniones más destacadas de todas las personas que han pasado por este acogedor lugar es la de Mario. "No es un restaurante normal y corriente. Es toda una experiencia. En la España Vaciada puedes encontrar este bar que recuerda a los que ya no quedan con una pequeña pero sabrosa variedad de platos", destaca el usuario.

"El camarero se animó a cantar una canción dando la salsa al ambiente del restaurante. Lo mejor de todo es que aprendió por él solo, lo que tiene más mérito todavía. Con gusto lo recomiendo, ya que se nota que es un negocio familiar y con la que está cayendo, más vale ayudar al comercio local", concluye.

Carta de Fogón y Salero.

Carta de Fogón y Salero.

En vistas al futuro, Natalia y su marido se ven en el mismo sitio trabajando con constancia y claridad sobre las mismas bases que nació Fogón y Salero. Quien quiera celebrar la navidad con la compañía de este matrimonio y degustar sus ricos platos, les atenderán con reserva previa en el teléfono 611 339 324 y en horario de apertura de lunes a domingo excepto los jueves en servicio de comida y cenas.

"Esto es un camino y nada empieza arriba. Lo importante es mantener a los clientes y que sepan que aquí tienen un lugar donde además de comer bien, disfrutarán de un ambiente familiar", concluye la propietaria del negocio.