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El alcalde de Los Yébenes (Toledo) apunta al "sabotaje" del tren: "Sabían dónde robar el cable"
Jesús Pérez ha detallado los responsables rompieron la valla de seguridad que da acceso a las vías para actuar en dos puntos que corresponden a su término municipal.
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El alcalde de Los Yébenes (Toledo), Jesús Pérez, no ha descartado que el robo de cable de cobre en el tramo de la provincia de Toledo de la línea ferroviaria Madrid – Andalucía pueda tratarse de un "sabotaje". El regidor asegura que ha sido "gente que sabía exactamente dónde y cómo tenía que actuar".
El regidor ha confirmado que en el término municipal de Los Yébenes se han detectado dos puntos donde se ha robado cable, separados por unos 500 metros de distancia. Para acceder a estos, los responsables han roto la valla de seguridad que da acceso a las vías.
Ha detallado que el robo se ubica muy cerca de las instalaciones de control que tiene Adif en la localidad, a unos seis kilómetros del núcleo urbano, por lo que "debe ser gente que sabía exactamente dónde y cómo tenía que actuar".
Asimismo, ha recordado que en 2014 una banda fue capaz de desmontar en esa misma zona hasta 14 kilómetros de línea de alta tensión para robar cable de cobre con un "modus operandi específico".
"En el pueblo no hemos visto nada extraño en los últimos días. Aunque hay cámaras de videovigilancia en las entradas y salidas del municipio, no se ha detectado nada fuera de lo común", ha explicado.
Por último, ha detallado que fueron dos los trenes que quedaron parados en el término municipal, siendo remolcados sobre las 23 horas por unas máquinas diésel hasta una estación.
"Sabotaje deliberado"
Por su parte, el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, ha asegurado que todo apunta a que la avería producida por un robo de cable se corresponde con un "acto de sabotaje deliberado".
Así lo ha expresado en entrevistas en Cadena SER y Onda Cero, afirmando que "quien robaba sabía lo que hacía porque no había cámaras y era un tramo crucial para la circulación". Además, ha coincidido con la vuelta de las vacaciones del Puente de Mayo.
"Se trata de 150 metros de cable de cobre robado, en ambos sentidos y en un radio de 10 kilómetros, que garantizaba los sistemas de seguridad de las vías y obligó a bajar la velocidad de los trenes a solo 40 kilómetros por hora. No tenía un gran valor, quizá en torno a 1.000 euros, pero ha ocasionado un gran perjuicio a los 10.700 viajeros de los 16 trenes que se vieron afectados", ha afirmado.
