Persona con alergia al polen.

Persona con alergia al polen.

Toledo

Malas noticias para los toledanos que padecen alergia en primavera

La primavera será moderada en la mayor parte de España, excepto en la capital castellano-manchega, donde las concentraciones de polen serán intensas. 

22 marzo, 2023 14:13

Este año la primavera será moderada para los alérgicos al polén en la mayor parte de España, excepto en Toledo y Extremadura, donde las concetraciones serán bastante intensas. Así lo ha anunciado la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) en rueda de prensa este miércoles.

Tal y como ha avanzado Juan José Zapata, presidente del Comité de Aerobiología Clínica de la SEAIC, la primavera en el centro peninsular será "variable" en cuanto a la concentración de gramíneas, oscilando entre los 1.000 granos/m3 de Teruel y Cuenca,  los 4.000 granos/m3 de Madrid y los 6.000 granos/m3 de Toledo.

En resumen, esta estación será "leve" en toda Castilla-La Mancha excepto en la capital. Y en el resto del país, Toledo y Extremadura estarán seguidas de Madrid, Huelva, Córdoba, Jaén y Sevilla en cuanto a intensidad de polen. 

Un problema añadido

Según ha indicado Zapata, este año se suma un problema añadido que puede perjudicar más a los alérgicos: la alta presencia de virus respiratorios, coincidiendo con el arranque de la primavera, que no habían circulado en años anteriores.

Así, la segunda ola de gripe que se ha dado esta temporada "puede perjudicarles" porque supone adentrarse en este periodo con las "mucosas hiperreactivas" e inflamadas que facilitan la entrada de pólenes y alérgenos y se sienten así con mayor intensidad.

Tal y como ha recordado el experto, las temperaturas se han elevado 15 grados de media, es decir, 1,6 grados por encima del promedio normal de las últimas décadas, lo cual no había sucedido nunca en la historia; además, la pluviosidad ha disminuido un 24 %, lo cual incidirá en la calidad de vida de los alérgicos.

Las altas temperaturas, la sequía y la contaminación aumentan las concentraciones de polen, también los tiempos de exposición al mismo y su agresividad, lo que da como resultado periodos más prolongados de presencia de granos y, por tanto, de sintomatología e, incluso, la aparición de nuevos pólenes en zonas en las que no estaban presentes.