Los vecinos del barrio de Santa Teresa han emitido un escrito dirigido al Ayuntamiento de Toledo, Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y a la Delegación de Industria, en el que piden una legislación específica sobre el uso y almacenamiento de estufas de butano en locales de hostelería.

En él, subrayan que "el almacenamiento de las estufas y botellas de reserva se realiza dentro de los propios establecimientos hosteleros o en almacenes lindantes con dichos establecimientos," y que "de sobra son conocidos los efectos destructivos que la explosión de una estufa puede ocasionar a las personas y edificios," por lo que exigen al "organismo competente" que regule su "la utilización, almacenamiento, medidas de seguridad, ventilación, detectores de gases, etc."

Los vecinos subrayan que el peligro llega cuando al final de cada jornada las estufas son almacenadas en el interior de los locales "representando un peligro por una posible fuga o botellas mal cerradas."

"Los locales, una vez metidas las estufas (en algunos casos siete u ocho y con bombonas de repuesto) y cerrado el local, quedan en un recinto cerrado y sin ventilación agravándose en el caso de los pubs que tiene doble puerta de entrada," aseguran.

Además del peligro de explosión, también alertan del perjuicio medioambiental que pueden ocasionar al expulsar hasta 6 kilos de CO2 a la atmósfera, por lo que "si están encendidas 8 horas contaminan el equivalente a 120 kilómetros en un coche de gasolina."