Francisco Cerro Chaves, arzobispo de Toledo, en una imagen reciente

Francisco Cerro Chaves, arzobispo de Toledo, en una imagen reciente

Toledo NOMBRANDO EXPRESAMENTE A TODOS LOS FALLECIDOS DE LA DIÓCESIS

El arzobispo ofrece la Catedral de Toledo para un gran funeral tras el coronavirus

17 abril, 2020 10:18

El arzobispo de Toledo, Francisco Cerro Chaves, ha ofrecido este viernes realizar un funeral en la Catedral Primada toda vez que se supere la crisis sanitaria en el que se pueda nombrar "expresamente" a cada fallecido de la Diócesis.

"Son muchos los que me han pedido que cuando se pueda tengamos en la Catedral Primada un funeral donde podamos ofrecer la Eucaristía, lo más grande que tenemos los cristianos, por cada uno de nuestros diocesanos que nos han dejado, nombrándolos expresamente", explica el arzobispo en su escrito semanal, recogido por Europa Press.

Además sugiere que esa "solemne Eucaristía" sirva además para "agradecer el servicio impagable a todos los que se han desvivido hasta el final por sacar adelante a nuestros mayores y a los más vulnerables".

Los más vulnerables

En esta línea, ha pedido tener especial atención durante la pandemia a los más mayores, "que están siendo los más vulnerables". "Ellos nos dieron la sabiduría, la vida, la historia. Muchos de ellos han muerto en soledad, pero con la ayuda inmensa de un personal sanitario que nunca ha tirado la toalla ante situaciones que les desborda".

También ha tenido palabras para el personal que trabaja en residencias de mayores, "que está dando lo mejor que tiene, arriesgando su vida ante la falta de medios que no llegaban".

"Nuestros mayores son la generación que más ha luchado por nosotros, por el estado de bienestar, por consolidar la convivencia democrática, sin renunciar en ningún momento a tantos valores cristianos, adaptándose a las circunstancias y respetando a todos, con la sabiduría que da el haber pasado por muchos sufrimientos", añade Cerro Chaves.

Ha mostrado su pesar por la muerte de tantos ancianos que además solo han podido ser despedidos "con un sencillo responso en el cementerio con tres personas y el sacerdote, respetando toda la normativa sanitaria, y nada más".