Digital Castilla

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Toledo CULPAN A LOS TENDIDOS ELÉCTRICOS

Aparecen muertas 3 águilas imperiales en Toledo, rapaz catalogada en peligro de extinción

11 diciembre, 2018 16:08

Tres águilas imperiales nacidas en 2018 han aparecido muertas en Toledo a principios de este mes de diciembre, en uno de los episodios de electrocución de aves más graves registrados en los últimos tiempos en esta provincia, por afectar a una rapaz catalogada en peligro de extinción en España.

La detección de este caso ha sido posible gracias al emisor GPS que portaban dos de las aves electrocutadas, que estaban siendo objeto de seguimiento por proyectos científicos y conservacionistas desarrollados por las ONG GREFA y WWF España, junto con la Junta de Castilla-La Mancha.

Se da la circunstancia de que estas dos aves electrocutadas seguidas por GPS eran hijas de Susana, una hembra de águila imperial que es estudiada por GREFA desde hace diez años y que tiene su territorio reproductor al norte de la provincia de Toledo.

Precisamente también fue una electrocución la que motivó el ingreso de Susana, allá por el año 2008, en el Hospital de Fauna Salvaje de GREFA, con sede en Majadahonda (Madrid), donde a pesar de su grave estado pudo ser salvada y devuelta a la naturaleza. Desde entonces este ejemplar no ha dejado de transmitir información gracias al emisor que porta, convirtiéndose en el águila imperial del que tengamos noticias que ha sido seguido durante más tiempo.

Susana sacó adelante tres pollos en la temporada reproductora de 2018, Iris, Porrón y Estufa, siendo los dos primeros los que han aparecido electrocutados. Al igual que su madre, estos tres pollos fueron marcados con GPS el pasado 11 de junio en una acción conjunta de GREFA y WWF España, con la colaboración de la Junta de Castilla-La Mancha y sus Agentes Medioambientales.

Pero la suerte no les acompañaría en su primera fase de vida tras abandonar el nido. Hace pocos días Iris era encontrada bajo un tendido eléctrico en el término municipal de Paredes de Escalona (Toledo). Este ejemplar estaba siendo seguido por el programa "Centinelas del veneno", promovido por WWF España con el fin de mejorar la detección de cebos envenenados y otros peligros para las aves rapaces y contribuir a erradicar estas amenazas.

Tampoco ha salido bien parado Porrón, ejemplar que estaba siendo seguido por la Junta de Castilla-La Mancha y que fue encontrado por las mismas fechas también bajo un tendido, en la finca "El Castañar", de Mazarambroz (Toledo), junto al cadáver de otra águila imperial joven.

Urge actuar en tendidos de particulares

Las tres águilas imperiales electrocutadas han muerto en tendidos eléctricos de propiedad particular, cuyos titulares son personas, entidades o pequeñas empresas a menudo sin tantos recursos como las grandes compañías eléctricas para abordar las medidas correctoras necesarias para evitar que las aves se electrocuten.

Dado que buena parte de las electrocuciones de avifauna se dan en estos tendidos particulares, es urgente buscar soluciones, tal y como la Plataforma SOS Tendidos Eléctricos reclamaba en una carta enviada el pasado 16 de octubre a Teresa Ribera, ministra para la Transición Ecológica, de quien aún no se ha obtenido respuesta.

La Plataforma SOS Tendidos Eléctricos fue creada en 2016 por varias entidades conservacionistas para alertar sobre la mortandad masiva de aves en los tendidos eléctricos y que afecta gravemente a especies amenazadas como el águila imperial, el quebrantahuesos y el águila de Bonelli o perdicera.

Con motivo de las electrocuciones de estas tres águilas imperiales en la provincia de Toledo, GREFA y WWF España piden a Francisco Martínez Arroyo, consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha, que en el futuro inmediato rectifique e incluya a los particulares con menos recursos en las órdenes de ayudas para la corrección de los tendidos eléctricos.

Estas organizaciones consideran inaceptable que la reciente orden regional de ayudas sólo incluya a las compañías distribuidoras e incluso podría ser ilegal al vulnerar el principio de la Unión Europea de “quien contamina paga”.