Los alcaldes exigen una financiación municipal justa para mejorar servicios sin incrementar impuestos

"Que pague quien le corresponde: la Junta si es competencia autonómica, el Gobierno central si es estatal, y los ayuntamientos si es municipal". Este ha sido el claro mensaje del alcalde de Tomelloso (PP), Javier Navarro, durante su intervención en la mesa de debate "Los retos de la financiación local y desarrollo empresarial". El foro, celebrado en el Museo del Quijote de Ciudad Real, ha reunido a Navarro con la directora ejecutiva de Veolia Agua Castilla-La Mancha, Marta Nieto, y los regidores de Puertollano, Miguel Ángel Ruiz, y de Almadén, Raquel Jurado Merchán.

Los tres ediles han coincidido en la urgencia de clarificar las competencias de cada administración. Se muestran unánimes en su rechazo a que los vecinos sufran las consecuencias de la "infrafinanciación" municipal a través de una mayor presión fiscal. El problema, lamentan, ya es palpable: "Los contratos públicos se están quedando desiertos para prestar servicios esenciales, aun cuando no son de nuestra competencia", advierte el primer edil de Puertollano, Miguel Ángel Ruiz.

Según los participantes, el incremento del coste de las concesiones está suponiendo una "asfixia" para muchas localidades. La prestación de servicios se encarece, los ingresos municipales no crecen al mismo ritmo, y la financiación de otras administraciones es insuficiente para cubrir áreas clave. Entre los servicios afectados se encuentran la ayuda a domicilio para personas mayores, los recursos de corresponsabilidad, las viviendas tuteladas o el mantenimiento de colegios e instalación de climatización, entre otros.

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Los alcaldes subrayan la importancia de la colaboración "público-privada", pero han hecho hincapié en que esta debe ir de la mano de una esencial colaboración "público-pública". Esta última implica que cada administración asuma sus competencias y se implique, incluso a través de empresas públicas y sociedades estatales, según detalla la alcaldesa de Almadén, en referencia a la entidad Minas de Almadén y Arrayanes, S.A. (Mayasa).

Por su parte, Marta Nieto, directora ejecutiva de Veolia Agua, se refiere a la "pequeña gran revolución" que supuso el cambio de marca de Aquona a Veolia. "Aunamos las tres patas de nuestra estrategia: energía, residuos y agua, y creemos que podemos aportar valor en la región, porque es nuestra tierra", comenta. Nieto insiste en que el futuro de la financiación de los servicios reside en la colaboración público-privada como vía para que las administraciones puedan evitar grandes desembolsos iniciales y garantizar el mantenimiento eficiente de los servicios.

La directora ejecutiva de Veolia y el alcalde de Puertollano. Javier Longobardo

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Explica el papel de la empresa privada, especialmente en un recurso "esencial" como el agua, vital en una tierra con problemas hídricos. Destaca que las compañías aportan innovación, capacidad y economías de escala para reducir costes. Subraya que, en un lugar donde "cada gota de agua cuenta, donde si no hay agua para regar, no hay desarrollo, no hay industria y si no hay financiación, no hay impuestos, el futuro pasa por la colaboración". Además, señala que la digitalización será crucial para la gestión futura del servicio de agua y alcantarillado.

Aumentar servicios

El alcalde de Puertollano recalca el enorme esfuerzo que realizan los municipios: su consistorio "aporta diez veces más para financiar la ayuda a domicilio que la Junta", un dinero que se deja de invertir en la ciudad. A pesar de asumir competencias que no les son propias, insiste en que no se plantean "devolver competencias". Sería "impensable que un alcalde deje de prestar servicios", a pesar de la falta de recursos, y el objetivo es siempre "aumentar servicios, no recortarlos".

El regidor de Tomelloso ahonda en que los ciudadanos "no deben vivir recortes, sino lo contrario". Lamenta no solo la falta de financiación, sino también de seguridad económica. Apunta al incremento del Capítulo I (salarios de funcionarios tras la reciente medida del Gobierno central) sin la certidumbre necesaria sobre otras partidas, lo que les está "asfixiando económicamente".

Tanto él como sus compañeros de mesa se muestran firmes en su objetivo de no es subir la presión fiscal a sus vecinos. "Nuestro objetivo es bajar los impuestos y subir la eficiencia a través de la colaboración público-privada, como en el caso de Veolia con el agua", indica.

La alcaldesa de Almadén y el primer edil de Tomelloso (derecha). Javier Longobardo

Financiación adaptada

La alcaldesa de Almadén aboga por una financiación local adaptada a las características específicas de cada municipio, pues "el café para todos no suele funcionar bien". En su caso, necesitan herramientas para lidiar con la "deuda heredada" y la situación "peculiar" derivada de la despoblación.

Explica que es innegable que los ayuntamientos asumen servicios que no les corresponden. Además, localidades como la suya tienen ingresos inferiores —puesto que se nutren del IBI, IAE y tasas— y si la población disminuye, los ingresos lo hacen, mientras que la necesidad de mantener los servicios es la misma. Jurado se pregunta: "¿Por qué mis vecinos en una situación de deuda, que no es responsabilidad de ellos, deben ver menguados sus servicios?".

Finalmente, los regidores solicitaron el apoyo de las administraciones autonómica y nacional para poder ofrecer beneficios fiscales y así fomentar la instalación de nuevas empresas, volviendo a sus municipios más atractivos, competitivos y con capacidad de atraer el incremento poblacional necesario.

Lamentaron que la cuestión de la financiación se utilice como arma política. La alcaldesa de Almadén concluye con una petición directa: "Cuando pasan las elecciones, todos los gobiernos tenemos que trabajar para lo mejor de los vecinos y olvidarnos de los signos políticos".