Entrada a la autopista de peaje AP-41, entre Madrid y Toledo.

Entrada a la autopista de peaje AP-41, entre Madrid y Toledo.

Región INFRAESTRUCTURAS

La autopista casi fantasma que Óscar Puente no libera y que aligeraría el tráfico entre Madrid y Toledo

El Ministerio de Transportes no ha respondido aún a la petición de gratuidad de la AP-41 formulada por la Junta de Castilla-La Mancha en febrero.

Más información: Castilla-La Mancha solicita por carta la gratuidad de la A-41 y la R-5 para aliviar el colapso por las obras de la A-5

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La Consejería de Fomento solicitó el pasado invierno la gratuidad de la autopista AP-41 al Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible. El departamento que encabeza Óscar Puente aún no ha respondido a la petición planteada por Nacho Hernando.

La demanda planteada por la Junta de Castilla-La Mancha apuesta por descongestionar la A-42 a través del aumento de viajes por una infraestructura que el Estado tuvo que rescatar por su pobre cifra de viajeros.

La AP-41 roza los 20 años de vida con un volumen de tráfico de unos 2.500 vehículos diarios, un dato muy inferior al previsto cuando se inauguró la autopista de peaje entre Madrid y Toledo. La radial aspiraba a absorber una parte importante del flujo de la A-42, la autovía que conecta las capitales de España y Castilla-La Mancha de forma gratuita.

El vial alternativo alcanzó su mejor dato anual de tráfico en 2008, con una media diaria de 2.861 viajes. Apenas seis años más tarde, el paso de vehículos se redujo hasta los 755 vehículos.

La evolución del uso de la autopista ha reproducido los ciclos económicos. Los primeros años, aún bajo la euforia de la bonanza, su tráfico tendió a crecer. Sin embargo, a partir del pinchazo de la burbuja inmobiliaria, la carretera perdió usuarios hasta convertirse en una infraestructura casi fantasma.

La recuperación que se consolidó a partir de 2016 favoreció una tímida recuperación del tráfico, una tendencia ascendente que la irrupción de la pandemia en 2020 detuvo. Pasada la emergencia sanitaria, el uso del vial ha vuelto a crecer.

El último dato anual completo, correspondiente a 2024, estima un tránsito medio de 2.540 vehículos diarios. La cifra se aproxima, casi dos decenios después, a los datos más altos de la serie histórica, aunque quedan lejos de las perspectivas que motivaron su construcción.

En todo caso, las cifras que arrojan el tramo madrileño y el toledano son absolutamente divergentes. Al otro lado de la frontera autonómica, su uso es mayor.

Augurios fallidos

El vial se extiende a lo largo de 51,8 kilómetros, abrió al tráfico en diciembre de 2006 y se integró en 2019 bajo el paraguas de la Sociedad Estatal de Infraestructuras del Transporte Terrestre (SEITT). El proyecto inicial contemplaba la prolongación del trazado hasta Ciudad Real y Córdoba, una posibilidad truncada por la tozudez de las cifras.

La previsión de la empresa concesionaria, entonces de titularidad privada, era conseguir en el medio plazo que en torno al 20 % del tráfico de la A-42 optase por la nueva infraestructura, unos 20.000 vehículos. La aspiración en los meses inmediatamente siguientes a su inauguración apuntaba a los 5.000 viajes diarios, un reto que tampoco se consiguió.

Además de la existencia de una autovía gratuita, la irrupción del ferrocarril de alta velocidad también distrajo potenciales usuarios de la AP-41. El servicio Avant, inaugurado en noviembre de 2005, se convirtió en otro competidor para la autopista.

Aumentar su uso

La infrautilización de la AP-41 y el habitual colapso de la autovía entre Madrid y Toledo han reavivado el interés por esta infraestructura. El paso de vehículos ha aumentado, aunque parte de su incremento se relaciona con las bonificaciones implantadas en 2023 y 2024 para los conductores con telepeaje que iniciaran su viaje desde los municipios de la comarca de La Sagra.

Más allá de esta medida ya extinta, diferentes instituciones vinculadas a Castilla-La Mancha han planteado nuevas rebajas o la gratuidad plena del uso de la AP-41, más allá de la franja de madrugada en la que no se paga.

Los problemas de tráfico alrededor de Illescas, relacionados con la ampliación del uso industrial de la cabecera sagreña y las obras de conexión de la autovía con la carretera CM-4010, han complicado el tránsito por un punto habitualmente saturado y que miles de vecinos usan para el desplazamiento diario a su puesto de trabajo.

El pasado mes de febrero, la Consejería de Fomento solicitó al Ministerio de Transportes la gratuidad de la AP-41 y la R-5, la autopista paralela a la A-5 y en la que desemboca la vía de peaje que une Madrid y Toledo.

Fuentes del departamento que dirige Nacho Hernando han confirmado a EL ESPAÑOL - EL DIGITAL CLM que el Gobierno central aún no ha respondido a su petición. En cualquier caso, desde la Junta de Comunidades reiteran su demanda en favor de liberalizar la vía.

Por su parte, los senadores del PP por la provincia de Toledo presentaron una moción, aprobada por el pleno de la Cámara Alta, relativa al final de los peajes en ambas carreteras durante las obras de soterramiento de parte de la A-5.

Además, diferentes regidores toledanos, incluidos el de Illescas, José Manuel Tofiño, y la de Olías del Rey, Charo Navas, también han reclamado barreras abiertas para la AP-41.