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Región RELIGIÓN

La fe mengua en Castilla-La Mancha: el 63 % de la población se considera católica, casi 10 puntos menos que en 2019

La región empeora sus datos en apenas cinco años: hay menos practicantes y más ateos, aunque la devoción sobresale respecto a la media de España.

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Álvaro de la Paz
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Aproximadamente, dos de cada tres vecinos de Castilla-La Mancha se declaran católicos, aunque la conciencia plena sobre tal identidad se reduce al 28,2 % de los ciudadanos. Los datos sobre la religiosidad de la población, publicados en el estudio sobre participación política que el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) realizó el pasado mes de diciembre, confirman una fuerte, aunque declinante, presencia de la fe en la sociedad regional.

Los ciudadanos que se declaran católicos no practicantes suponen el grupo más numeroso según su proximidad al hecho religioso. La muestra del CIS, formada por 136 personas, cuenta con casi medio centenar de entrevistados que se así se consideran. En términos relativos, este colectivo representa al 35,4 % de la población, algo más de un tercio del total.

Los católicos practicantes son el segundo colectivo más nutrido en la región. Su peso supone el 28,2 % de la muestra; una proporción que se traduce en uno de cada cuatro vecinos. Se trata, además, del registro autonómico más alto en esta categoría.

La proporción de agnósticos en Castilla-La Mancha se sitúa en el 9 %; se trata de una opción que no niega ni descarta la existencia de Dios, aunque tampoco la afirma. Los ateos, un grupo que se define por su negativa a cualquier deidad, son el 14,2 % de la población de la comunidad autónoma. Además, un 10,2 % de los residentes en la región se ven indiferentes ante la religión y, por tanto, no creyentes.

Se reseña la existencia de cuatro respuestas, apenas un 3 % de la muestra, correspondientes a otros tantos habitantes de Castilla-La Mancha, que aseguran ser creyentes de otra religión. Tan bajo registro apunta a la insuficiencia de la muestra analizada -que no llega al centenar y medio de personas entrevistadas.

Los datos de la región muestran unos valores algo más halagüeños que los del conjunto de la sociedad española, con un claro repunte entre quienes se encuadran entre los católicos practicantes. En el conjunto del país, un 19,5 % de los ciudadanos ejercen los preceptos y las normas que establece la Iglesia. Por su parte, en Castilla-La Mancha son casi nueve puntos más.

Otra categoría en la que se observan diferencias es el relativo al del agnosticismo. El promedio nacional es del 12,6 %, casi cuatro puntos más que en la comunidad autónoma. Asimismo, el porcentaje de creyentes de otra religión crece casi un punto y medio porcentual en España respecto a Castilla-La Mancha.

Las últimas cifras conocidas contrastan con los que publicó el CIS en julio de 2019, menos de seis años atrás. Entonces, y con una muestra de 132 personas, un 34,8 % de los habitantes de Castilla-La Mancha se etiquetaban como católicos practicantes y otro 38,6% como católicos no practicantes.

Los ateos representaban el 9,8 % de la población del territorio y los agnósticos un 10,6 % del total interrogado.

En poco más de un lustro, la comunidad que se considera católica -practicante o no- en la región ha menguado en casi diez puntos, desde el 73,4 % de 2019 al 63,6 % del último dato conocido. Solo los datos de La Rioja (80,4 % entre ambas categorías), la Región de Murcia (74,7 %) y Andalucía (67,3 %) rebasan los de Castilla-La Mancha.

El pontificado de León XIV, elegido sucesor de Pedro el pasado jueves, tiene en la secularización de Europa, un comportamiento que también se reproduce en España y Castilla-La Mancha, uno de sus retos.

Asistencia ocasional

El 26 % de la población castellanomanchega acude con regularidad a misa. Este porcentaje incluye tantos a los que van los domingos y fiestas de guardar, un 21,5 % de todos los vecinos, como a aquellos que lo hacen durante varios días a la semana y, por tanto, muestran una regularidad aún mayor. El grupo con mayor asiduidad supone apenas el 4,5 % de los vecinos.

Con una presencia de dos o tres veces al mes hay otro 11,4 % de ciudadanos. Los que se presentan en un templo varias veces al año, tal vez en las festividades litúrgicas más importantes, alcanzan una proporción del 25,8 %. Por otro lado, el 36,7 % de los castellanomanchegos no asiste nunca o casi nunca a la celebración eucarística.