Page, en el centro de la imagen, este jueves en Budapest (Hungría).

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Región

Page llama a los barones del PP a desmarcarse de Génova y aceptar la quita de la deuda: "Lo contrario sería muy grave"

El presidente de Castilla-La Mancha insiste en que la medida beneficia a todos, no solo a Cataluña, y "responde claramente al espíritu constitucional".

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El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha instado este viernes a sus homólogos del Partido Popular a que defiendan los intereses de sus respectivas comunidades por encima de las directrices de Génova y acepten la quita de la deuda autonómica planteada por el Gobierno de Pedro Sánchez, mostrándose "convencido" de que así acabará siendo.

"Entiendo que el Partido Popular tenga su estrategia a nivel nacional, pero no entenderé nunca que un presidente autonómico quiera mantener una deuda viva cuando puede aligerar esa carga a su respectiva comunidad", ha asegurado el también líder de los socialistas castellanomanchegos desde Viena, donde ha visitado el Parlamento austríaco.

Page ha defendido que "un presidente autonómico, sea del PP o del PSOE, no puede estar sometido a las consignas o a las instrucciones de su partido en Madrid" y ha recordado que la asunción por parte del Estado de 83.252 millones de euros del pasivo de las comunidades autónomas beneficia a todas las regiones, rechazando que se trate de un trato de favor a Cataluña, tal y como denuncian los populares.

Espíritu constitucional

El presidente castellanomanchego ha reconocido que "hubiera sido un problema enorme" si la quita "solo se hubiera querido plantear como una exigencia de Cataluña y solo para Cataluña". Sin embargo, ha considerado que, en este caso, el Gobierno de Sánchez ha hecho un planteamiento que "responde claramente al espíritu constitucional" al incluir "a todas las comunidades autónomas".

Por ello, se ha mostrado "convencido" de que todos los presidentes autonómicos van a acabar firmando con el Ministerio de Hacienda "la parte que les pueda corresponder de quita". "Lo contrario, sinceramente, sería muy grave", ha reflexionado Page, que ha insistido en que la reestructuración de la deuda autonómica no supone "un regalo" ni "una concesión graciosa", sino una corrección necesaria ante el retraso en la reforma del sistema de financiación autonómica.

"Buena parte de la deuda que tenemos las autonomías se debe a los 11 años de retraso en el nuevo sistema de financiación. Estamos recibiendo mucho menos dinero del que se necesita para mantener la sanidad, la educación, la prestación social, la dependencia", ha denunciado.

El Estado ingresa más

En este sentido, ha señalado que, durante este tiempo, el Estado ha ingresado "el doble de lo que han ingresado las autonomías" y ha afirmado que "parece bastante razonable que, aunque solo sea como forma de compensar los 11 años de retraso, se pueda aminorar la deuda que las autonomías hemos contraído precisamente para que no se caiga toda la estructura institucional y de servicio público de España".

Pese a ello, Page ha advertido de que "el Estado se tiene que hacer cargo de aquello que en realidad ha provocado", por lo que ha insistido en la necesidad urgente de negociar un nuevo modelo que corrija la infrafinanciación de comunidades como Castilla-La Mancha y otras gobernadas por el PP, como Andalucía, Murcia o Valencia.

Hay que recordar que Castilla-La Mancha será una de las comunidades más beneficiadas por la quita de la deuda, con un total de 4.927 millones de euros condonados, que suponen una reducción por habitante de 2.319 euros, la más elevada del país y un 24 % por encima de la media nacional.

Estas declaraciones del presidente de castellanomanchego llegan después de que las comunidades gobernadas por el PP abandonaran en bloque el pasado miércoles la reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF).

Los consejeros del PP se fueron de la sala donde los había reunido Montero porque ésta "había vaciado de contenido la reunión", según fuentes cercanas al barón aragonés Jorge Azcón. "Pretendía que avaláramos una mutualización de la malversación separatista del 1-O, asumiendo como españoles parte de la deuda catalana, disfrazándolo como una quita para todos", aseguraron a EL ESPAÑOL.