Un bloque de viviendas en Toledo.

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Región

Castilla-La Mancha a la cola de la emancipación juvenil en España: solo el 12 % puede hacerlo

Así lo recoge el Observatorio de Emancipación del Consejo de la Juventud.

11 agosto, 2023 16:12

Castilla-La Mancha lidera el ránking de las comunidades autónomas donde menos jóvenes se emancipan. En el segundo semestre de 2022 solamente el 12,3 % de los castellanomanchegos entre 16 y 30 años abandonó el domicilio familiar.

Así lo recoge el Observatorio de Emancipación elaborado por el Consejo de la Juventud de España, una plataforma de más de 60 entidades juveniles y por los Consejos de Juventud de las Comunidades Autónomas y organizaciones juveniles de ámbito estatal.

De acuerdo con este informe, consultado por EL ESPAÑOL-EL DIGITAL CLM, aunque las cifras de actividad y empleo al final del segundo semestre del año eran similares a las del conjunto estatal, en Castilla-La Mancha existía un mayor riesgo de subocupación y de sobrecualificación, así como de realizar jornadas a tiempo parcial de manera involuntaria. Además, el 23,6 % de las personas jóvenes que trabajaban en Castilla-La Mancha estaban en riesgo de pobreza y exclusión social.

También se produjo un aumento del paro de larga duración, a diferencia de lo que ocurrió en el conjunto de España. Así, un 33,7 % de todas las personas jóvenes que estaban en paro en el segundo semestre de 2022 llevaba más de un año buscando empleo.

30 años, la edad media de emancipación

En el conjunto de España, los datos tampoco son positivos. La edad media de emancipación registrada es la más alta de los últimos 20 años: 30,3 años

"Las personas jóvenes en España no puede emanciparse hasta que dejan de ser jóvenes", explica la institución en nota de prensa, en la que argumentan que este es un síntoma "muy preocupante" que demuestran que los problemas estructurales de la juventud siguen muy presentes y condicionan la vida adulta. Durante el segundo semestre de 2022 el porcentaje de población joven que se emancipaba residencialmente se estancó y las subidas en los precios del alquiler y la vivienda hacían que para una persona joven "fuera imposible emanciparse sin sobreendeudarse".

La comparativa con el resto de vecinos europeos también deja mucho que desear. Mientras que en España la emancipación fue del 15,9 %, en la Unión Europea la tasa media de emancipación fue del 31,9 %, el doble que en nuestro país. "Para las personas jóvenes españolas independizarse es prácticamente una quimera, siendo siempre más difícil para una persona joven española hacerlo que para una europea", advierten desde el Consejo.

Trabajo y formación ya no son garantías

Tener un trabajo no es sinónimo de poder accerder a una vivienda en España. Al menos ese es el resultado de los cálculos que se realizan en dicho informe. Pese a que el salario medio de una persona joven subió un 4,6 %, estableciéndose en los 13.079,19 euros netos al año (o 1.089,93 euros netos al mes), el precio de las viviendas en alquiler lo hizo un 7,55 %. Así, el alquiler medio de una vivienda se establecía en 912 euros. Una persona joven tendría que dedicar el 83,7 % de su sueldo. Eso, sumado a los 141 euros de media que cuestan de media los suministros y servicios de una vivienda (como los recibos de agua, luz, gas, etc.), supondrían 1.053 euros al mes, el 96,6 % de su sueldo. Es decir, sólo le quedarían 36,93 euros para adquirir alimentos, comprar ropa y gastar en ocio, algo completamente inasumible.

De hecho, según la misma fuente, una de cada cinco personas de menos de 30 años con un puesto de trabajo se encontraba en pobreza o riesgo de exclusión social. Este fenómeno, el de personas jóvenes que siguen siendo pobres, aunque trabajen, "debería ser una de las prioridades de la clase política, ya que la imposibilidad de acceder a unas condiciones que permitan poder vivir de forma digna e independiente causa no solo problemas materiales en la juventud, sino que también afecta a su salud mental", apuntan.

Si el tener trabajo no es sinónimo de emancipación, tener estudios tampoco. A la finalización del pasado año 2022, tan sólo el 22,9 % de las personas jóvenes que habían completado enseñanzas de formación profesional de nivel superior o estudios universitarios se habían podido emancipar.

Otro de los grandes problemas a los que apunta esta plataforma es al encarecimiento del mercado del alquiler. Ante la imposibilidad de alquilar en solitario, una de cada tres personas jóvenes que viven de alquiler se ven obligadas a hacerlo en una vivienda compartida. El alquiler medio de una habitación era a finales de 2022 de 282,19 euros, el 25,9 % del salario medio joven. Esta cifra está peligrosamente cerca de la recomendación a la que llegan la mayoría de los estudios, que establecen que el precio de la vivienda habitual no debería suponer más del 30 % del salario de una persona.

El incremento del precio medio de compra de la vivienda la opción de pagar una hipoteca tampoco era mucho mejor para las personas jóvenes. Lo primero, porque la entrada media de una vivienda se establecía a finales de 2022 en 49.852,20 euros, el equivalente a 3,8 años completos de sueldo de alguien que tuviera menos de 30 años. Y, por otra parte, para aquellas personas jóvenes trabajadoras que consiguieran acceder a una hipoteca, el importe medio de la primera mensualidad era de 661,33 euros, el 60,7 % del salario medio de una persona asalariada de menos de 30 años.

La tasa de paro de las personas jóvenes seguía siendo en 2022 mucho mayor que la de la población general: del 22,2 % frente al 12,9 %. Las personas jóvenes tenían a finales de 2022 una tasa de paro similar a la que se registró en 2008 con el estallido de la crisis económica y financiera. Tras la reforma laboral, se puede afirmar que la temporalidad, un problema tradicionalmente endémico de la población joven, se ha reducido importantemente, pasando de un 55,4 % de temporalidad a finales de 2021 a un 38,9 % en el último trimestre de 2022.

Se ha disparado la contratación fija discontinua: aquellas personas jóvenes que tenían un contrato indefinido pero que sólo trabajaban, por la naturaleza de su empleo, determinados meses del año. En solo un año España ha pasado de tener 23.569 contratos fijos discontinuos firmados por personas jóvenes a 233.828, casi diez veces más. Además, se triplicaron los contratos indefinidos a tiempo parcial, cuando casi la mitad de las personas jóvenes bajo esta modalidad decían que preferirían tener un empleo a tiempo completo, pero no lo habían encontrado.

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