Alberto Morlanes Alberto Molero

El socialista Emiliano García-Page ha anunciado deducciones de hasta 200 euros en el IRPF para los contribuyentes de Castilla-La Mancha con rentas inferiores a los 30.000 euros anuales. Una rebaja fiscal que tendrá una coste de 75 millones de euros para las arcas públicas castellano-manchegas y que, según ha adelantado el presidente de la Junta de Comunidades, pretende "mitigar los efectos de la inflación" entre la clase media y baja.

Con esta decisión, Castilla-La Mancha se queda a medio camino entre la bajada del IRPF que Ximo Puig ha planteado en la Comunidad Valenciana, dirigida a las rentas por debajo de 60.000 euros, y la del Gobierno central, que solo beneficiará a los ciudadanos con menos de 21.000 euros de ingresos anuales.

Sin embargo, García-Page ha defendido el modelo de ayuda contra la inflación elegido por Castilla-La Mancha en contraposición al escogido por otros Ejecutivos autonómicos, que han apostado por deflactar el IRPF. Según el presidente castellano-manchego, esta fórmula hubiese supuesto únicamente "un ahorro de entre 7 y 14 euros para las rentas inferiores a 30.000 euros y de cero euros para las que no superan los 20.000".

El presidente castellano-manchego ha hecho este anuncio en el transcurso del Debate del Estado de la Región, que se celebra este martes y miércoles en las Cortes de Castilla-La Mancha, donde ha cifrado en el 87 % el número de contribuyentes que se verán beneficiados por las deducciones anunciadas, que serán progresivas a la inversa; es decir, beneficiarán más a quienes menos tienen.

Así, alcanzarán los 200 euros para los castellano-manchegos con rentas inferiores a 12.000 euros anuales, serán de 150 euros para las que estén por debajo de 21.000 euros y de 100 euros para las que no sobrepasen los 30.000 euros. Además, podrán incrementarse en 50, 37,5 y 25 euros, respectivamente, por cada hijo a cargo del contribuyente.

García-Page ha adelantado también que a estas ventajas fiscales "se añadirán otras por gastos en educación, en guardería y una nueva deducción de carácter extraordinario por los intereses de los préstamos hipotecarios".

En concreto, se va a duplicar de 250 a 500 euros el límite máximo de la deducción por las cantidades satisfechas por custodia de hijos menores de tres años en centros de educación infantil y se va a aprobar una nueva dirigida a los menores de 40 años que adquieran una primera vivienda para destinarla como domicilio habitual. Para compensar el incremento de los tipos de interés, las deducciones serán de 150 euros para rentas inferiores a 12.500 euros en tributación individual y 25.000 en tributación conjunta y de 100 euros para rentas inferiores a 27.000 euros en tributación individual y 36.000 euros en tributación conjunta.

Empresas y empleo

Además de las personas físicas, los autónomos y las empresas de Castilla-La Mancha también se verán beneficiadas por este paquete fiscal contra la inflación -cifrado en 85 millones de euros- anunciado este martes por Emiliano García-Page.

De esta manera, con un límite de 4.000 euros, se favorecerá el emprendimiento con una deducción de un 20 % por la inversión en la adquisición de acciones y participaciones sociales como consecuencia de acuerdos de constitución de sociedades o ampliación de capital.

Además, también con límite de 4.000 euros, se aprobará una deducción de un 20 % por inversión en ende ayuda tidades de economía social.

[Todos los hospitales de Castilla-La Mancha tendrán televisión y wifi gratis]

Todas estas medidas de apoyo, ha defendido García-Page, llegan sin entrar la dinámica de "romper" España "en 17 mercados distintos", refiriéndose a la competencia fiscal que se ha iniciado entre las distintas comunidades autónomas. El dirigente castellano-manchego, de hecho, ha asegurado que esa política de competencia entre regiones podría haberla esperado "de Bildu o de los independentistas catalanes", pero no de un partido que ha gobernado y "pretende gobernar", en referencia al PP.

En la misma línea, García-Page ha pedido al Estado "recapacitar" y ha vuelto a proponer una armonización fiscal en España "para que los límites de la competencia no sean una selva", ya que "no es razonable ni justo". "Trabajaré para que las zanjas fiscales, en lugar de ir a más, vayan a menos. Y les puedo hablar con tranquilidad, porque igual que no creo en discursos de frentismos baratos, tampoco entro en debates de ricos y pobres", ha señalado no sin antes recordar que el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, defenfía estas mismas tesis cuando gobernaba en Galicia.