Un total de 157 refugiados procedentes de Ucrania han llegado en los últimos días a Castilla-La Mancha de la mano de Cruz Roja, que ha habilitado un dispositivo de emergencia en la región para dar apoyo a estas personas que, inevitablemente, se han visto obligadas a abandonar su país. Concretamente, la organización ha acogido a 51 ucranianos en Toledo, a 48 en Guadalajara, a 40 en Cuenca -donde se esperan 10 más este mismo jueves- y a 18 en Ciudad Real. 

Así lo ha confirmado este jueves a EL ESPAÑOL - EL DIGITAL CLM Jesús Rodríguez, coordinador de Cruz Roja en Castilla-La Mancha, que ha indicado que "esperamos a otro grupo en Albacete para la próxima semana".

Según ha explicado Rodríguez, el dispositivo puesto en marcha por Cruz Roja consiste en un servicio de primera acogida extraordinaria que contempla, entre otras cosas, el alojamiento y manutención de estas personas. Para ello, la entiedad ha habilitado grandes espacios colectivos en las cinco capitales de provincia, donde permanecerán un mes. "Una vez instalados, tienen que descargar emociones, descansar y comenzar con los trámites".

Varias fases 

Rodríguez ha explicado que "el trabajo que se está llevando a cabo con estas personas abarca varios ámbitos de intervención". El primero de ellos, vinculado a la documentacón. Así, desde Cruz Roja se les facilita el contacto con las comisarías para que puedan presentar su solicitud y obtener la documentación correspondiente. "Este trámite es indispensable para que puedan disponer de asistencia sanitaria, escolarización, empadronamiento o servicio de trabajo". Además, durante los primeros días también se imparten talleres para el apredizaje del idioma y actividades que les permitan integrarse y conocer el entorno.

Una vez que los trámites estén en marcha, la organización valorará la situación y las capacidades de cada persona para poder incorporarse a viviendas unifamiliares, donde se quedarían seis meses mientras se integran y encuentran una independencia. "Cuando se trasladen a estas viviendas individuales comenzará una segunda fase de trabajo más intenso y de aprendizaje del idioma. Incluso se iniciarán procesos de preparación laboral", cuenta Rodríguez. 

Durará un año

Según ha explicado el coordinador autonómico, este mecanismo de emergencia puesto en marcha por Cruz Roja tiene "una duración de un año con posibilidad de ser prorrogado". "Todo depende de cómo evolucione la situación en el país de origen y de las posibilidades de retornar allí, pero lo normal es que estas familias quieran volver a Ucrania".

En cuanto al perfil de personas que están llegando, Rodríguez ha indicado que "son fundamentelmente familias", aunque la mayoría de ellas incompletas. "Suelen venir las madres con los hijos y a veces también con los abuelos", ha señalado. Además, "en los grupos suele haber un 50 % de niños y niñas, para los que se ponen en marcha ludotecas y actividades específicas".