El segundo aeropuerto de la zona centro de España podría ser una realidad en poco tiempo. Este proyecto privado que hace cuatro años comenzó a gestar la empresa Air City Madrid Sur en el aeródromo de Casarrubios del Monte (Toledo) y que también se extiende por el término municipal de El Álamo y Navalcarnero (Madrid), está pendiente de la luz verde del Ministerio de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana, que previsiblemente se manifestará durante este año. La nueva instalación aeroportuaria, que se situaría a 30 kilómetros de la capital, nace con la vocación de complementar al Adolfo Suárez Madrid Barajas en dos nichos donde hoy por hoy tiene muy complicado seguir creciendo: los vuelos operados por líneas de bajo coste o low cost y el transporte de mercancías con compañías de carga pura.

Cuando en 2019 Madrid Air City Sur presentó su proyecto para pedir la declaración de Interés General, el ministerio encargó unos estudios a la empresa pública INECO con el fin de establecer las necesidades del sistema aeroportuario de la zona centro del país y así poder validar las infraestructuras que se requerirían para el horizonte 2020-2050. El frenazo lógico de la crisis provocada por la pandemia de Covid-19 ha ralentizado unos trámites que desde la empresa desean que culminen antes del verano con un resultado satisfactorio.

Javier Ruedas, consejero delegado de Air City Madrid Sur.

Javier Ruedas, consejero delegado de Air City Madrid Sur.

"Este aeropuerto es tan necesario y tan importante para el futuro y el desarrollo de la zona centro que no se le puede decir que no", asegura afirma Javier Ruedas, consejero delegado de Air City Madrid Sur, quien no tiene dudas en apostillar que si el proyecto se desarrolla como tienen pensado, "dentro de 30 años, cuando alcance su plenitud, será un gran generador de riqueza en la Comunidad de Madrid y sin duda el mayor para Castilla-La Mancha". No en vano, recuerda que antes de llegar al Ministerio, el proyecto recibió el visto bueno de ambas administraciones regionales y "la Comunidad de Madrid calculó su impacto en el PIB regional en torno al 2%".

Sobre el papel, los datos marcan que la zona centro de la península Ibérica tiene mucho recorrido en lo que desarrollo aeroportuario se refiere. Madrid es hoy por hoy la segunda área metropolitana más grande de la Unión Europea, tan solo superado por París. En 2019, último año antes de la irrupción de la pandemia, los cuatro aeropuertos de París y su zona metropolitana movieron más de 112 millones de pasajeros, mientras que Madrid no llegó a los 62 millones. En términos de transporte de carga, el mismo año se movieron desde el aeropuerto Charles de Gaullé más de 3 millones de toneladas de mercancías por las 558.567 toneladas que movilizó el Adolfo Suárez Madrid Barajas.

Complemento al crecimiento logístico del sur de Madrid y el norte de Toledo

Air City Madrid Sur pretende contribuir a ese desarrollo de la zona aeroportuaria de Madrid alojando en sus instalaciones aviación de corto alcance -operada en su mayoría por aerolíneas de bajo coste- y transporte de mercancías. Ruedas asegura que han detectado que "las compañías demandan una infraestructura más eficiente y más práctica" que Barajas, "un aeropuerto muy grande donde las distancias son eternas y no se sienten cómodas porque al final eso se traduce en incremento de costes". De ahí, que "Barajas tenga uno de los porcentajes más bajos de Europa en operaciones low cost", un mercado a su vez "cada vez más incipiente en el mundo de la aviación".

El otro gran caballo de batalla tiene que ver con el transporte de mercancías. En los últimos años, la zona norte de Toledo se está convirtiendo en un vórtice de crecimiento del sector logístico que multiplicaría su desarrollo con una instalación aeroportuaria. Muchos de los operadores logísticos que atraen a grandes empresas como Amazon que en los últimos años se han instalado y operan en ese eje sur que se extiende entre la Autovía de Extremadura y la Autovía Nordeste o N-II, "han hablado con nosotros para ver el potencial de viabilidad que tiene esta infraestructura y así poner en marcha nuevas instalaciones. Hay mucha expectativa de negocio que la construcción del aeropuerto multiplicaría exponencialmente", sentencia Ruedas.

Perspectiva del aeropuerto proyectado en el límite provincial entre Madrid y Toledo.

Perspectiva del aeropuerto proyectado en el límite provincial entre Madrid y Toledo.

La cabeza visible de Air City Madrid Sur destaca que en este nicho no rivalizarían con el Adolfo Suárez Madrid Barajas, "un aeropuerto que debe seguir creciendo como hub por una cuestión estratégica de país y que no es de mercancías ad hoc". En este sentido, puntualizaba estar "plenamente de acuerdo con AENA cuando manifiesta su intención de crecer hacia Oriente y establecer nuevas rutas que hagan más competitiva a la economía de nuestro país, pero Barajas no puede abarcar todas las tipologías aéreas," ya que bajo su punto de vista "es una barbaridad que puede frenar incluso su crecimiento, como así lo ha manifestado un informe de KPMG en el que afirma que la variedad de aerolíneas juega en contra de tener un hub fuerte”.  

Y es que como recuerda Ruedas, en estos momentos su actividad de mercancías "principalmente se limita a gestionar la carga que viene en las bodegas de las distintas compañías, especialmente de Iberia, porque muchos aviones de mercancías operan por la noche en un horario restringido en Barajas para ciertas naves".

Otra baza a favor de esta instalación son las buenas comunicaciones que tiene y que en su mayoría ya están construidas. Mirando al oeste, Ruedas remarca que "atraería más industria para potenciar el corredor oeste hacia Talavera, Extremadura y Portugal, y que también contribuiría a equilibrar el peso de la economía de la Comunidad de Madrid, donde todo el crecimiento está situado al este". Además, considera que daría "viabilidad" a algunas infraestructuras de la zona como autopistas y ferrocarriles que son inviables por su escasa demanda.

"Nuestro planteamiento es que en el futuro aeropuerto el terminal quede conectado con la red de Cercanías para entrar de manera redonda en la gestión intermodal y así, hacer una infraestructura más eficiente y más respetuosa con el medioambiente" plantea el consejero delegado de Air City Madrid Sur, quien apostilla que el propósito de su empresa es "conseguir la calificación 3+ Neutrality, es decir, un aeropuerto con cero emisiones".

Puestos de trabajo y Plan Director

Estas proyecciones en ocasiones son difíciles de traducir en puestos de trabajo, sobre todo en un proyecto cuya ejecución total puede extenderse más allá de cinco décadas. De todos modos, en el informe que Air City Madrid Sur presentó al Ministerio, figura que en el décimo año de funcionamiento se podrían generar 5.600 puestos de trabajo directos, 13.300 indirectos y 31.500 catalíticos en todo su área de influencia. Si más adelante se consiguiese desarrollar todo el potencial industrial y logístico previsto sobre suelos "dedicados a la propia infraestructura y que no saldrán a la venta", los puestos de trabajo directos se dispararían a 32.500

Pero para que todo el engranaje comience a funcionar, primero es necesario ese OK ministerial y a partir de ahí continuar los trámites administrativos con la elaboración de un Plan Director que entre otras cosas recogería el Informe de Impacto Ambiental o los planes de desarrollo urbanístico que se sustentarían sobre el actual Aeródromo de Casarrubios.

"El proyecto está generando muchas expectativas en el sector logístico y aeronáutico no solo de España. Tenemos contactos con multitud de operadores aeroportuarios y de suelo logístico que nos solicitan información para tomar parte en este previsible pool inversor, por lo que si hay algo de lo que no tengo dudas es de la captación de financiación," explica Ruedas.

Unos deseos que de cumplirse podrían culminar con los primeros aviones operando en el aeropuerto Air City Madrid Sur en menos de un lustro.