Han quedado este jueves, 9 de mayo, en la madrileña Glorieta de Quevedo a las 19 horas. Los periodistas se van a subir a un autobús de VOX cuyo destino es una incógnita. No se sabe dónde les llevarán. Es lo único que se conoce del mitin de Vox con el que arrancan la campaña electoral para las elecciones autonómicas, municipales y europeas del 26 de mayo. 

La formación de Santiago Abascal anunció ayer que darían el pistoletazo de salida para los nuevos comienzos a las ocho de tarde. El lugar es todo un enigma. 

«La localización del acto no será revelada y será solo para la prensa», explicaron fuentes de la formación. El partido modifica así la estrategia electoral, igual que ha modificado sustancialmente su política de comunicación, sobre todo en lo relativo a su relación con los medios tradicionales ya que hasta ahora basaban toda su estrategia en las redes sociales. Durante la campaña del 28-M, el presidente de Vox, Santiago Abascal, abarrotó todos los actos convocados y se colgó la medalla de ser una de las formaciones con más poder de movilización. Ahora, por el contrario, prefieren sorprender con nuevos elementos que no sean colgando el cartel de «aforo completo». Impera el factor sorpresa.