Un español necesita 193 días de media, de los 365 días al año -concretamente el 13 de julio-, para que, una vez satisfechas las cuotas de IRPF, IVA e impuestos especiales, el contribuyente comience a disfrutar de su renta. Una fecha que no es igual en todos los territorios del Estado, pues cada una de ellas tiene su competencia fiscal y en unas se grava más que en otras.

Teniendo en cuenta esta premisa, Cataluña, Cantabria, y Castilla-La Mancha son las tres comunidades de España que más tiempo precisan sus ciudadanos para pagar los tributos de obligado cumplimiento. Los catalanes necesitan trabajar hasta el 22 de julio -nueve días por encima de la media-, hasta el 18 de julio los cántabros, y un día menos (17/7) los castellano-manchegos para que, una vez pagados los tributos que le corresponden -en función de la fiscalidad de cada región-, su renta quede disponible para consumir y ahorrar. Así lo recoge el último informe elaborado por la Fundación Civismo, titulado, 'Día de la Liberación Fiscal 2022: el esfuerzo fiscal de las familias en época de recesión'.

Por comunidades autónomas, el Día de la Liberación Fiscal llega antes a Ceuta, Melilla y Murcia (9 de julio). Otras regiones con un buen resultado serían La Rioja, Andalucía, Madrid, Castilla y León o Canarias, donde los contribuyentes dedican a Hacienda todo lo que ganan desde el 1 de enero hasta el 11 de julio. En el promedio nacional (13 de julio) aparecen Galicia y Extremadura, mientras que los resultados son peores en Asturias (15 de julio), Navarra y Baleares (16 de julio), Castilla-La Mancha o Comunidad Valenciana (17 de julio). Finalmente, las regiones donde más pesan los impuestos serían Cantabria (18 de julio) y Cataluña (21 de julio).