España se ha convertido en el país del mundo con mayor porcentaje de su población vacunada contra el coronavirus, un éxito colectivo conseguido en buena medida gracias a la mayoritaria aceptación con la que los españoles han recibido a la vacuna, que no ha sido tan generalizada en otros lugares.

Según los datos publicados por el Ministerio de Sanidad, más de 36 millones de españoles ya han recibido al menos una dosis, más de un millón y medio en Castilla-La Mancha, una comunidad autónoma que espera tener vacunada al 70 % de su población total este mismo miércoles.

Sin embargo, aunque las vacunas de las distintas farmacéuticas cuyo uso ha sido aprobado en España están demostrando altísimas cuotas de seguridad y eficacia, todavía hay quienes han decidido hacer uso de su libertad y han optado por no vacunarse bien por ser negacionistas, por no confiar en la efectividad del medicamento o por tener miedo a los efectos secundarios.

En concreto, en Castilla-La Mancha son en torno a 200.000 los ciudadanos que por propia voluntad han considerado oportuno no vacunarse contra el coronavirus pudiendo hacerlo, un dato que ofrecía este lunes el director general de Salud Pública, Juan José Camacho, durante una entrevista concedida a Radio Castilla-La Mancha. 

Así, teniendo en cuenta que la población castellano-manchega a vacunar asciende a casi 1.809.000 personas, el porcentaje de rechazo a la vacuna ronda el 11 % en nuestra Comunidad. Una cifra nada desdeñable pero, desde luego, muy minoritaria. La responsabilidad de los castellano-manchegos acudiendo a vacunarse ha permitido, por ejemplo, que dos semanas después del 15 de agosto, fecha señalada en el calendario por su gran número de fiestas patronales, no se ha observado repunte alguno en cuanto al nivel de transmisión del virus ni haya aumentado la presión hospitalaria.