Digital Castilla

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La Pregunta

¿Qué relación tenía con Toledo la dueña de las 24 empresas que han quebrado?

23 mayo, 2017 00:00

El juzgado mercantil número nueve de Madrid ha declarado en concurso de acreedores 24 empresas controladas por Susana Monje, que el pasado mes de noviembre dimitió como vicepresidenta económica del FC Barcelona y que en su día fue dueña del CD Toledo. Los concursos afectan a las compañías cabeceras del grupo de construcción de la familia Monje, Essentium y Assignia.

El juzgado ha dictado la apertura de la fase de liquidación de las empresas concursadas, menos de Essentium Inversiones, la principal compañía del grupo y la que figuraba como propietaria del club toledano hasta que se hizo cargo del mismo la empresa actual. En el caso de Essentium, el juez ha acordado la facultad de intervención de los administradores, los hermanos Susana y Diego Monje Gutiérrez.

El grupo Essentium alcanzó en los últimos años una facturación superior a los 500 millones de euros. El conglomerado de los Monje, empresas de construcción, inmobiliarias, energéticas, registraba el 80% de su negocio en Latinoamérica, principalmente de Venezuela, Brasil, y México. La compra de Constructora Hispánica también impulsó la facturación del grupo.

Las empresas declaradas en concurso van desde las cabeceras, Essentium Inversiones, Essentium Grupo, Assignia Infraestructuras, hasta sociedades conjuntas. Las concursadas están domiciliadas en diferentes puntos de la geografía española, desde Madrid a Barcelona, pasando por Ciudad Real, Málaga, o Palma de Mallorca.

En octubre de 2009, la familia Monje acordó la adquisición de Constructora Hispánica, la compañía de Alfonso García Pozuelo, prácticamente al mismo tiempo que saltaba la implicación de la misma en el caso Gurtel. La compra de Constructora Hispánica por parte de Essentium implicó la presencia del grupo de la familia Monje en las crónicas sobre el caso Gurtel. Pero la constructora ha seguido apareciendo en los últimos años en otros casos de presunta corrupción, el último en la Operación Lezo. Un grupo que llegó a ingresar 553 millones de euros en 2014.