Seguramente, el Hospital Universitario de Toledo se ha convertido desde la colocación de la primera piedra en uno de los más mediáticos del país. Unas instalaciones muy necesarias rodeadas permanentemente de polémica y motivo de controversia política que ahora, recién inaugurado, continúan por las denuncias de algunos profesionales encargados de su funcionamiento. Unas instalaciones en las que se emplean a más de 4.000 trabajadores, entre ellos a 650 médicos y 2.100 enfermeras y que la Consejería de Sanidad, una vez concluido el cronograma de traslado el pasado mes de noviembre, considera perfectamente aptas para su normal funcionamiento. 

Pero no han tardado en aparecer deficiencias en sus emplazamientos y medios tecnológicos que afectan al normal desenvolvimiento del hospital. Denunciado por los propios profesionales del centro sanitario en un escrito interno publicado en primicia por EL DIGITAL CLM, el Servicio de Cirugía General y Aparato Digestivo del Universitario de Toledo ha alertado a la dirección médica del hospital de “los graves problemas de material quirúrgico y equipamiento tecnológico” existentes, imprescindibles para que los cirujanos puedan operar con “seguridad y eficacia”. 

No es el único clamor. En el mismo escrito también acusan de la “situación inadmisible” de los pacientes de cáncer en las listas de espera quirúrgicas. Asimismo, el Sindicato de Médicos, Facultativos Especialistas de Área y Residentes (SIMEFYR) inculpa al SESCAM de la “situación intolerable de las listas de espera quirúrgicas”, e igualmente de los graves problemas de déficit de material y equipamiento tecnológico. Unas demandas que desde la propia consejería de Sanidad aseguran están en “fase de reposición material” y también de organización y ajustes, priorizando actuaciones “basándose en la gravedad de la patología y de la atención clínica". 

Discrepancias políticas y hospitalarias al margen, nadie discute la necesidad del nuevo Hospital Universitario de Toledo, tan exigido para paliar las carencias del vetusto hospital Virgen de la Salud. Más, al menos, sirva para ofrecer una sanidad pública digna y de calidad a sus pacientes, como tantas veces han pregonado los responsables políticos de la Administración autonómica. Un predicamento que a las pocas semanas de su inauguración ha saltado por los aires ante la falta de medios técnicos imprescindibles, y que ahora nos descubren y reclaman los profesionales del propio centro sanitario. Unos recursos fundamentales para un hospital considerado entre los más modernos del país, pero todavía con algunas deficiencias en su estructura y funcionamiento que urgen solucionar.