La OCU advierte contra la compra compulsiva de aceite de girasol.

La OCU advierte contra la compra compulsiva de aceite de girasol.

La tribuna

No sólo con la luz al cuello

14 marzo, 2022 06:45

Y el gas, y el IPC, y hasta el aceite de girasol, imagínense que a algunos se nos ha curado la nictofobia (miedo a la oscuridad) de un día para otro. La que nos ha liado el hijo de la gran Rusia, pensarán muchos, aunque ya antes del ataque de orgullo bolchevique nostálgico del presidente Putin, tenía curada la nictofobia, cura española, porque temía más el recibo de la luz que una notificación de hacienda.

Tampoco es que el recibo del gas me diera mucho menos miedo que el de la luz, así que sin bombona ni vitrocerámica, he sabido apreciar lo buenas que están frías para cenar unas lentejas con chorizo de bote, si era capaz a oscuras de encontrar el bote. Pues con todo y eso, no bajaba el recibo, pues por mucho que recortase en consumo, el gasto iba subiendo entre impuestos y gastos fijos del propio recibo. La última subida espectacular podrá ser debida al conflicto bélico entre Rusia y Ukrania, seguramente, pero es que los españolitos ya veníamos sufriendo unos precios más que abusivos y descontrolados.

Por eso, cuando he leído la petición de Borrel a los europeos: “Corten el gas en sus casas, disminuyan la dependencia de quien ataca a Ucrania y comprometámonos más en una defensa colectiva”, se me han saltado las lágrimas.

Una vez superada la oscuridad obligada, que con alevosía y con una buena causa es menos oscuridad, aunque el recibo siga subiendo, no crean se me quita el miedo del cuerpo. Antes cogía el coche para ir al supermercado que más me gusta y llenar la cesta de la compra para toda la semana. De unas semanas para acá le he puesto un cestillo a mi bicicleta de carrera de aluminio y oiga, lo que quepa, cupo. Me sale más caro ir al supermercardo que la compra, por ahora, y digo por ahora por dos motivos, el primero el que ya estaba antes del conflicto bélico, una subida media de entre 1 y 2 puntos de los salarios, pero con otro escandaloso 7,4 de subida del precio de la vida, es decir, y hablando en plata, seremos un 5.4 puntos más pobres.

El segundo, el más que probable encarecimiento y/o escasez de ciertos productos básicos, por las sanciones económicas a Rusia, que hay que sumar a esa pérdida de cinco puntos de poder adquisitivo. Ríanse ustedes de los rollos de papel higiénico durante la pandemia, en algunas casas todavía les quedan rollos reserva de la añada del 2019. Ahora lo que se lleva es el aceite de girasol y los productos relacionados con las conservas, pues al parecer el aceite de girasol es fundamental para la dicha industria. Posiblemente nos pase como con las conservas como con los rollos, si antes ningún desquiciado le da al botón equivocado, al de las bombas nucleares.

En fin, no sólo me veo con la luz al cuello, me veo hasta sin lentejas.

Satur Acosta (ANPE)

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