Todo son "alegrías" para Talavera de la Reina, la ciudad tradicionalmente más castigada de Castilla-La Mancha desde los puntos de vista económico, laboral y social. Los últimos informes oficiales del Instituto Nacional de Estadística confirman con datos el sombrío panorama que vive la ciudad desde hace muchos años y la sobreexposición al paro y el declive económico que la crisis ha provocado en la sociedad talaverana, actualmente muy machacada como consecuencia de esta penosa situación. Por poner sólo algunos relevantes y significativos ejemplos: Talavera es la sexta ciudad española con mayor tasa de paro, la única de Castilla-La Mancha que aparece entre las 15 ciudades de España con más desempleo y la última en el índice de rentas entre las principales ciudades de nuestra región, con una enorme diferencia respecto a la primera, que es Toledo, tal como reflejan los datos que hemos ido publicando en los últimos días.

Pese a los movimientos reivindicativos que están surgiendo en la ciudad, algunos de ellos impulsados activamente por el propio alcalde, Jaime Ramos, Talavera no encuentra más que dificultades para salir adelante y no termina de vislumbrar soluciones para sus grandes problemas y sus enormes carencias industriales, empresariales y económicas. Necesita medidas excepcionales para una situación excepcional y parece llegado el momento de que el clamor talaverano sea atendido de forma urgente y eficaz bajo un estatus especial, sin perjuicio de lo que la propia ciudad pueda y deba hacer por su cuenta y por su propio bien de manera inmediata. La agenda de Ramos, especialmente intensa desde hace meses, exige respuestas en ese sentido.

Independientemente de las razones últimas de esta compleja situación y de la imprescindible autocrítica que deben hacer tanto la propia sociedad talaverana como la clase política que ha tenido a lo largo de las tres últimas décadas, lo cierto es que Talavera vive un estado de emergencia que exige soluciones urgentes y apoyos extraordinarios, además de planes a corto, medio y largo plazo que diseñen la ciudad del futuro y ofrezcan soluciones de verdad para los talaveranos. Es muy importante el esfuerzo de concienciación dentro y fuera de la ciudad que está haciendo el propio Ramos desde la Alcaldía, y así creemos que hay que reconocerlo, pero ello no servirá para nada si no va acompañado de medidas reales, inmediatas y eficaces por parte de todas las Administraciones públicas que, unidas al propio esfuerzo local, permitan dar un giro radical a la situación.

Talavera está en clave de SOS, vive un tiempo complejo de emergencia económica y social debido a razones largas y profundas, pero es hora de dejarse de lamentaciones y ponerse muy en serio a tirar del carro de la ciudad. Los talaveranos, los primeros, y después todos los demás. Es urgente y prioritario, el futuro de toda una ciudad está en juego.