La situación está enrevesada y puede pasar cualquier cosa, pero el PSOE de Castilla-La Mancha y el propio presidente de la Junta, Emiliano García-Page, están abordando con voluntarista optimismo el proceso de renegociación de los Presupuestos regionales, actualmente bloqueados tras el fracaso del pacto con Podemos. El diálogo abierto se está llevando a cabo con prudencia y discreción y en el entorno de Page se valora positivamente la posibilidad de salvar este escollo y poder terminar la legislatura sin mayores sobresaltos. Ya veremos, pero hay cierto optimismo y una férrea voluntad en el Gobierno de Castilla-La Mancha para poner fin al bloqueo actual.

Es significativa, en este sentido, la actitud de los últimos días del presidente Page al hacer anuncios y nuevas propuestas con proyección de futuro y pensando en que, después del verano, todo volverá a la normalidad en la política castellano-manchega. Page ha puesto fecha del otoño a algunas de sus más relevantes propuestas de los últimos meses, como formalizar un gran Pacto por la Educación en Castilla-La Mancha para los próximos diez años o hacer previsión de gestión para la próxima temporada o, incluso, el año que viene.

La confianza de los socialistas parece muy alta en estos momentos, pese a la enorme dificultad que supone un bloqueo como el que actualmente sufre Castilla-La Mancha, inédito hasta ahora en la política regional. Los tres grandes partidos de las Cortes regionales, PSOE, PP y Podemos, tienen en sus manos la gran responsabilidad de resolver este importante problema y avanzar en la gestión política para que, de esta manera, también puede avanzar la propia sociedad castellano-manchega. El presidente Page tiene mucho en juego en estos momentos.