El momento es crítico y complicado en Castilla-La Mancha y la región no puede seguir en estado de bloqueo de forma indefinida. Hay que dar una salida a esta compleja situación y que la crisis política e institucional que estamos viviendo se resuelva con urgencia y abra paso a un nuevo tiempo en el que se pueda gobernar con tranquilidad y los Presupuestos de 2017 empiecen a fluir. La prolongación del estado actual de las cosas, con los Presupuestos bloqueados y una actitud cerrada en las relaciones políticas, no puede conducir a nada bueno y es urgente ponerse a dialogar y finiquitar esta importante crisis regional.

Por eso es bueno que, como venimos informando, esta semana el Gobierno de Emiliano García-Page, después de dos meses de parálisis, haya tenido al fin la iniciativa de enviar una carta a los grupos políticos de las Cortes castellano-manchegas y se proponga abrir un diálogo tanto con el PP como con Podemos al objeto de retomar los Presupuestos. Se trata de un importante movimiento político del Ejecutivo autonómico. Aunque la carta, firmada por consejero de Hacienda, Juan Alfonso Ruiz Molina, no está enfocada de la mejor manera posible, sí está claro que tiene el objetivo loable de desbloquear la situación y abrir una negociación, lo cual nos parece positivo. La oposición, sin embargo, no se lo ha tomado así y vuelve a dar vueltas al asunto pese a la urgencia de zanjar cuanto antes el problema.

Pensamos, en este sentido, que es el momento de que la clase política de la región piense sólo en Castilla-La Mancha, abandone, siquiera momentáneamente, sus intereses partidistas y cambie de actitud para favorecer el diálogo y abrir las puertas a la aprobación de los Presupuestos. Unos y otros deben asumir su enorme responsabilidad en estos difíciles momentos y plantearse con rigor y seriedad solucionar esta crisis que Castilla-La Mancha sufre de manera injusta y prolongada.