Los congresos provinciales del Partido Popular de Castilla-La Mancha de este mes de mayo van a reforzar la estructura de la organización para terminar de adecuarla al proyecto de la presidenta regional y de su secretario general, María Dolores de Cospedal y Vicente Tirado, respectivamente. Nadie ha durado en estos cargos tanto como ellos ni ha formado un equipo tan complementario y eficaz al haber sido los únicos en ganar unas elecciones autonómicas y los primeros en tener un partido cohesionado en la región y menos sometido que nunca a los designios de Génova, aunque pueda parecer paradójico teniendo en cuenta que Cospedal es casi más “Génova” que nadie.

Con la elección de nuevos presidentes provinciales como José Julián Gregorio y Francisco Cañizares y la confirmación de Benjamín Prieto, Paco Núñez y Ana Guarinos, se cierra el círculo del partido diseñado por el tándem Cospedal-Tirado, caracterizado por la presencia de dirigentes jóvenes, leales y con cargos institucionales que les permiten un contacto directo, personal y permanente con la dirección regional. La renovación comenzó hace más de diez años con la llegada de Cospedal y se completa este mes de mayo con estos congresos en los que hay listas únicas en todos los casos y un respaldo altísimo a sus candidatos, como ha quedado reflejado en la elección de compromisarios y las primarias de este fin de semana. La imagen de paz interna es completa y supone un éxito rotundo de quien más ha hecho para conseguirlo, Vicente Tirado, bajo la inspiración y designio de Cospedal, que refuerza así su indiscutido y sólido liderazgo como elemento clave de la unidad del partido y su excelente posición para afrontar las citas electorales venideras.