Castilla-La Mancha crece económicamente a buen ritmo en este primer trimestre 2017, pero no lo suficiente. Nuestra comunidad sigue en el furgón de cola de la España más desarrollada y tanto en el plano económico como en el laboral vamos por detrás y a una velocidad más lenta y pausada. España crece al 3 por ciento, según el último informe conocido este miércoles de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal, mientras Castilla-La Mancha también está en fase de crecimiento pero a un ritmo del 2,4 por ciento, seis décimas por debajo de la media nacional

Aunque el Centro de Predicción Económica (Ceprede) sitúa el crecimiento de Castilla-La Mancha en marzo en el 2,9 por ciento y el de España en un 2,6 por ciento, esta estadística mensual no resta valor al informe trimestral del AIReF, que engloba todo el arranque del año en curso.

No es que la comparativa, en este sentido, sea de especial gravedad pero sí es significativo que una de las regiones económicamente menos desarrolladas en nuestro país avance más despacio y, además, tenga que soportar unas tasas de desempleo superiores a la media. Este año las comunidades autónomas que más están creciendo son Baleares, Canarias y Madrid, con tasas que van desde el 4,2 por ciento en la primera hasta el 3,6 de la tercera, muy por encima de Castilla-La Mancha.

Parece evidente que España es un país al menos de dos velocidades y Castilla-La Mancha forma parte de la segunda. Una situación histórica y estructural que sería bueno ir aproximando. Queda mucha tarea por hacer.