Page saluda de manera efusiva a la presidente de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, a su llegada al Palacio de la Magdalena.
Page vuelve a ser excepción en la política española mostrando su buena relación con los adversarios
Tener buena relación con los adversarios no suele ser muy habitual en la política de nuestros días por los niveles de crispación y choque llegan a alcanzarse. Y mucho menos exteriorizarlo de manera pública como ha hecho este miércoles el presidente socialista de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, junto a tres de sus homólogos del Partido Popular: el andaluz Juan Manuel Moreno Bonilla, el gallego Alfonso Rueda y María Jesús Sáez de Buruaga, presidenta cántabra que además ha ejercido de anfitriona.
Este acto, uno de los primeros del curso político, tenía como telón de fondo un acto organizado por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) en Santander titulado 'De la idea a la acción: los 30 años del Comité de las Regiones y la evolución de la política de cohesión'.
Más allá de las invitaciones de Page a sus colegas 'populares' a que acepten la quita de la deuda planteada por el Gobierno de Sánchez, las críticas a la financiación singular de Cataluña o el recado a Illa y Puigdemont tras un encuentro que ha calificado de "absolutamente críptico, indescifrable", en el acto se han sucedido los halagos entre los protagonistas.
"Habla con mucha sinceridad, habla con mucha valentía y habla con mucho sentidiño, como decimos en Galicia", apuntaba Rueda, mientras que Moreno Bonilla reconocía que "pese a militar en otro partido, Emiliano siempre se ha caracterizado por buscar puentes de encuentro".
Precisamente, durante la intervención del presidente andaluz se ha vivido uno de los momentos más curiosos de la mañana. En un ambiente con mayoría de dirigentes 'popular' de tres a uno, ha llegado a afirmar que "Emiliano es de la familia", lo que ha levantado algunas risas entre los asistentes al entender que le estaba incluyendo en el espacio ideológico de su partido. Rápidamente, ha atajado cualquier posible malentendido puntualizando que hablaba de la familia de los presidentes autonómicos porque "Emiliano es colega".
Dos encuentros privados
Esta buena sintonía se ha alargado más allá de lo que se ha visto en los medios de comunicación. Según ha podido saber EL ESPAÑOL-EL DIGITAL CLM, los cuatro presidentes autonómicos se han desplazado hasta un restaurante de la capital santanderina donde han compartido mesa y mantel en un almuerzo donde han continuado departiendo sobre la actualidad política del país.
Antes de regresar a Castilla-La Mancha, el barón socialista ha tenido otro encuentro privado, según ha podido conocer este medio. El delegado del Gobierno y actual secretario general del PSOE en Cantabria, Pedro Casares, ha pedido verse con él y ambos han tomado un café.
Dos encuentros, con políticos de diferentes signo y sensibilidad política, que demuestran que cuando Page lamenta el "frentismo" en el que se ha instalado la política actual en España, no solo ejerce una crítica sino que predica con el ejemplo.