Jon Imanol Sapieha, apodado como El Sapo, ha sido considerado durante décadas uno de los ladrones más efectivos en España y Europa. Instigador y ejecutor de golpes como el asalto al Banco Popular de Yecla (Murcia) en la Nochebuena de 1998 -donde se hizo con un botín equivalente a 16 millones de euros junto a su socio Ángel Suárez 'Casper'- o el robo de obras de arte en la casa de Esther Koplowitz, cuenta en primera persona los entresijos de sus golpes más famosos en la serie documental estrenada por Amazon Prime Video Sapo, S.A. Memorias de un ladrón.

A lo largo de cuatro capítulos cuenta todos los detalles de estos dos robos de película y cómo después ejerció de mediador en la liberación del buque Alakrana cuando fue secuestrado por piratas somalíes. Sin embargo, sorprende la respuesta que exmilitar de la Armada Francesa metido a ladrón de guante blanco da al director del documental Nacho Medina cuando le pregunta por cuál ha sido "el mayor palo" de su carrera delicuencial. 

"Fue en el lugar más extraño de la forma más extraña, una fábrica de quesos en La Mancha". Sin especificar el sitio concreto ni el nombre de la empresa, El Sapo recuerda que tenía conocimiento por parte de una fuente que en las instalaciones de la quesería los dueños guardaban una importante suma de dinero en metálico. "Entré con un grupo reducido de hombres buscando una caja fuerte o un búnker donde estuviese escondido el dinero", comienza a contar. En un primer momento, localizaron la caja fuerte donde "había una pequeña suma que no se correspondía con lo que nos habían contado", por lo que se dispusieron a "colocar detectores de metales por diferentes lugares".

Jon Imanol Sapieha, apodado 'El Sapo'.

Jon Imanol Sapieha, apodado 'El Sapo'. E.E.

Cerca de la puerta de entrada cuenta que "había una presencia muy fuerte de metal, pero no éramos capaces de encontrar la puerta del búnker". Sin saber muy por qué, El Sapo asegura que decidió "reventar una máquina expendedora de bebidas que había allí y encontré la entrada". En el interior, había 500 millones de pesetas -el equivalente a 3 millones de euros- que se llevaron en pocos minutos.

Uno de los puntos que más llama la atención de esta historia que como asegura el célebre ladrón "nunca hubo denuncias ni se habló del robo en los periódicos", lo que a su juicio indica que "estaban menos interesados que nosotros en que se supiera nada".

La historia de película de un Lupin moderno que ha convertido esta serie documental en una de las sensaciones del verano.