Jesús Martín es uno de los alcaldes más solventes de Castilla-La Mancha y de los pocos que todavía son capaces de ganar elecciones por mayoría absoluta. Ya era alcalde ganador antes de que decidiera dar a conocer su condición sexual en la impactante portada de una revista dominical de difusión nacional. Fue un alarde de valentía en aquellos tiempos y una forma de luchar por la visibilidad del colectivo gay de la que deberían tomar ejemplo la mayoría de los actuales líderes y portavoces del movimiento LGTBI. Martín es un alcalde enérgico que no tuvo contemplaciones con unos feriantes que quisieron boicotear las fiestas de la localidad; tampoco la ha tenido con otros colectivos, incluidos los funcionarios, que le han echado pulsos en algún momento. No practica el buenismo a la hora de afrontar sus responsabilidades públicas.

También senador socialista del Reino de España, Martín es el alcalde que cada año le habla a la Virgen de la Consolación en las fiestas de Valdepeñas y le pide cosas como “que los agricultores obtengan su recompensa y que los industriales lleven el fruto a los mercados y enriquezcan al conjunto de la localidad”. Además de gestionar la vida del municipio, uno de los más ricos de Castilla-La Mancha y con el ayuntamiento más saneado, es un alcalde con grandes dotes para la oratoria y para componer discursos que hacen vibrar y emocionarse a sus paisanos.

Es el mismo alcalde que esta semana ha sacado adelante la iniciativa de nombrar “Señor de la Vendimia” a Nuestro Padre Jesús Nazareno Rescatado, sin que ninguno de los partidos representados en el Consistorio se atreviera a votar en contra. Ni siquiera Ganemos, que se abstuvo.

En estos tiempos en los que la izquierda más o menos extrema intensifica sus ataques a la religión católica y a sus símbolos, la decisión del ayuntamiento de Valdepeñas adquiere un significado especial y pone de manifiesto que aún hay políticos que no han perdido la cordura y que no necesitan echar mano de ideas trasnochadas y guerracivilistas para ocultar que no saben hacer otra cosa. En el mismo pleno en el que se aprobó lo de Jesús Nazareno se dio también el visto bueno a una inversión superior a seis millones de euros, la mayoría procedentes de la Gestión de la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible (EDUSI Valdepeñas On), para mejorar la calidad de vida de los valdepeñeros. Un ejemplo rotundo de buena gestión de los fondos públicos.

Si Nuestro Padre Jesús Nazareno Rescatado es ahora “Señor de la Vendimia”, Jesús Martín es  desde hace tiempo “Señor de Valdepeñas”. Y no es coba.