Confidencial

El tiempo de inestabilidad y gran tensión política que se abre en Castilla-La Mancha

29 agosto, 2017 00:00

El endurecimiento de la oposición al Gobierno de PSOE-Podemos anunciado este lunes por el PP de Castilla-La Mancha es el colofón a un verano político muy caliente en la región y la puerta de entrada a una nueva temporada que se presenta a priori cargada de inestabilidad y fuerte tensión política en las Cortes castellano-manchegas y en toda la vida pública regional. La formalización del pacto de gobierno entre el presidente de la Junta y líder socialista, Emiliano García-Page, y el secretario general de Podemos Castilla-La Mancha, José García Molina, no sólo parece llevar incorporada una fecha de caducidad de la que hablan hasta sus propios integrantes, sino que ha provocado ya algunos episodios de abierto enfrentamiento que no auguran nada bueno para los próximos meses en el Parlamento autonómico.

Septiembre, el mes en el que tradicionalmente se inicia el curso político, va a llegar precedido de una primavera-verano en la que el pacto Page-Molina ha sido a la postre el gran protagonista envuelto en polémicas y con un futuro incierto. Si bien se trata de un acuerdo totalmente legítimo y es necesario que eche a rodar con un imprescindible margen de confianza, también es cierto que la grave desconfianza mutua entre el PSOE y Podemos en la región, escenificada una y otra vez por ellos mismos, lleva a pensar con poco optimismo en lo que pueda pasar en los menos de dos años que quedan hasta las elecciones autonómicas de mayo de 2019. Si a eso se une la intensa y dura batalla anunciada ayer mismo por el PP, mucho nos tememos que el escenario del tiempo que se abre ahora va a ser complejo, inestable y abiertamente conflictivo.

La situación va a poner a prueba la demostrada capacidad del presidente Page para abordar situaciones complicadas y salir airoso de ellas, aunque en esta ocasión hay muchos factores en juego que se le escapan de las manos y pueden provocar problemas añadidos, entre ellos la ausencia total de entendimiento y simpatía con el propio secretario general del PSOE, Pedro Sánchez. El tándem Page-Molina es un experimento político que puede salir bien, regular o mal pero parece estar claro que el escenario que se abre vendrá lleno de dificultades para los socialistas de Castilla-La Mancha. Salvo milagro.