Debemos defender la diversidad. Dentro de nuestros parques, diversidad de especies. Dentro de nuestras aulas, diversidad de alumnos. Y dentro de la sociedad, diversidad de ideologías y de actitudes. De la interacción adecuada puede derivarse, el equilibrio y el cambio necesario.(...) Dentro de la sociedad, hay personas que tienden a ser autoritarias, personas que tienden a ser demócratas y personas que tienden a ser revolucionarias. Las primeras tienden a seguir al fuerte y a imponerse con el débil. Las segundas tienden a conformarse con la opinión de la mayoría. Y las últimas, son las que crítican, las que se rebelan. Si se imponen los primeros, tendremos una dictadura, o una guerra!. Si se imponen los últimos, tendremos un "río revuelto".

Todas o casi todas las familias, en todas partes, educan a sus hijos, en la reflexión, el conformismo, y la obediencia. Esto, favorece la armonía y la democracia. Cuando esto ocurre, y cuando nadie envenena las relaciones  con desatinos,  se imponen los demócratas. Si pasa en parte lo contrario, la armonía mencionada no se consigue. Ni se imponen los que se deberían imponer.

Sin señalar culpables, podemos decir que aquí en Cataluña, estamos divididos. Hace tiempo que se habla de no conformarse, y de desobediencia. Hace tiempo que se ignora la legalidad. (...) Hace tiempo que la diversidad beneficiosa, la vinculada al equilibrio, y al cambio pausado, ha desaparecido. Ahora tenemos los independentistas de Torra. Y los constitucionalistas del 155. Se están imponiendo los autoritarios. ¡No vamos bien!