Capilla Sixtina

Realidad y Congreso de los Diputados

4 agosto, 2020 00:00

Día 29 de julio, miércoles tórrido en toda España. Como para negar el cambio climático. Comparece ante los Diputados el presidente del gobierno, Sr. Sánchez. Informará a la Cámara de la última reunión del Consejo de Ministros de la Unión Europea. El virus ha vuelto a surgir en varios territorios con virulencia insospechada. La gente creía que en verano el virus plantearía una tregua. En algunos de esos territorios en los que se dijo que, si fueran independientes, esas cosas no ocurrirían, el virus se ha presentado con mayor ferocidad para vengarse de tanta ignorancia pandémica. Por supuesto, tras el final agónico de un Estado de Alarma, las responsabilidades de la gestión recaen en las instituciones autonómicas.

Quería trasmitir el Sr. Sánchez que en la reunión en Bruselas se han aprobado medidas de ingente trascendencia presente y futura. Entre otras, destinar la cantidad de 750.000 millones de euros para combatir la crisis económica que toda pandemia, epidemia o catástrofe lleva aparejada. Es decir, esta crisis económica tendrá un tratamiento distinto a la anterior Gran Recesión del 2008. ¿Cómo hubiera actuado la derecha en esta nueva crisis? ¿Hubieran aplicado medidas semejantes a las que está tomando el Gobierno socialista? ¿Hubiera tenido el Sr. Rajoy el protagonismo que ha tenido el Sr. Sánchez en Europa? Pero, como entrar en el terreno de lo “qué hubiera pasado si…” no sirve para nada, continuemos el hilo iniciado.

El Sr. Sánchez ha comunicado a la Cámara que de los fondos aprobados, a España le corresponden 140.000 millones de euros. El objetivo: modernización y reconstrucción de la economía fuertemente dañada por el confinamiento y por el nuevo brote epidémico que ya ha emergido en meses de afluencias de turistas que, para más desastre, no llegarán. Al parecer, a las naciones de Europa y de otros lugares del mundo les trae al fresco quienes tengan las competencias de la gestión del control del virus, sea el Estado o los gobiernos territoriales. Unos groseros, sin sensibilidad territorial. ¡Con lo bien que lo hacen las Comunidades Autónomas!

Y ante tales informaciones, ¿qué creen ustedes que ha ocurrido en el Congreso de los Diputados? Pues ha sucedido que cada interviniente posterior al Sr. Sánchez, ha pasado soberanamente de las informaciones y decisiones aprobadas en Europa. Cada uno se ha centrado en lo suyo y ninguno se ha dedicado a hablar de lo que importa a los ciudadanos que no son otros asuntos que sobrevivir, primero, a los efectos del primer ataque del virus; segundo, a los rebrotes actuales; tercero, a prevenir lo que pueda ocurrir en otoño; cuarto, a cómo combatir el desempleo y el desastre de las empresas; quinto cómo, con los fondos asignados, se pudiera modificar la economía nacional para que no vuelvan a suceder en el futuro los desastres del presente. Esta es la única realidad que cada cual está viviendo con angustias y miedos parecidos. Y si me preguntan si se ha debatido sobre la realidad en el Congreso de los Diputados, no sabría responder. Solo atinaría a decir que el PP se ha dedicado a insultar y descalificar, como siempre, al Sr. Sánchez; los independentistas y regionalistas a enunciar sus intereses que no siempre coinciden con los de la gran mayoría. Y Vox, un partido de corte fascista, aunque no les guste a los equidistantes del lenguaje, ha anunciado para septiembre – podría haber sido cualquier otro mes - una moción de censura. Una frivolidad absurda. En conjunto, una distancia absoluta de la realidad. Lo que está sucediendo en España con la política y la Covid-19 no tiene nombre. Y si lo tuviera, mejor no escribirlo.